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Loja: turística y productiva

martes, 8 diciembre 2015 - 04:02
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El terreno irregular y fértil del extremo sur de la Sierra ecuatoriana crea un sinnúmero de paisajes que despiertan todos los sentidos. Un breve recorrido, ideal para un fin de semana, muestra la riqueza de esta provincia de emprendedores.
 
En el mapa, a Loja se la divisa en el extremo sur del callejón interandino. En este lugar, el sistema orográfico, conformado por las hoyas de Puyango, Macará y Catamayo, es complejo. El conjunto de elevaciones crea un terreno irregular, lo que da forma a paisajes encantadores. Esto se refleja en los atardeceres despejados cuando los rayos del sol pasan por medio de las montañas.
 
Si cuenta con una cámara fotográfica, seguro obtendrá una postal. La ruta inicia en Guayaquil. Primero hay que dirigirse 213 kilómetros en dirección sur hasta La Avanzada, ñen la provincia de El Oro.
 

En la comunidad Lagunas del cantón Saraguro existen
fábricas de telares. Foto: César Mera
 
Después la carretera se dirige hacia el sureste por medio de las estribaciones de la cordillera de Los Andes. Cuarenta kilómetros después está el cantón Balsas, desde donde contabilizará casi veinte minutos hasta llegar al río Puyango, que sirve de límite natural entre las provincias de El Oro y Loja.
 
Con sabor a café
 
La primera parada es Chaguarpamba, asentado sobre los 1.200 metros sobre el nivel del mar y con una temperatura promedio de 17°C. Las condiciones geográficas influyen considerablemente para la producción de café arábigo de montaña, que se cosecha en el 75 por ciento del área cantonal (311.7 km²).
 
Después de varias horas en la carretera resulta reconfortante beber una buena taza de café. A un costado de la vía, antes de llegar al poblado, se ubica Chaguarpamba Su Café, que forma parte de la cadena productiva de un proyecto de emprendedores que nació hace cinco años. Bionay Bravo atiende el local y relata que todo empezó con la unión de diez cafetaleros de la zona, quienes apoyados por las embajadas de Canadá y Estados Unidos adquirieron una máquina tostadora de café. En la actualidad, aproximadamente 150 personas están involucradas en el proyecto.

 

Productos elaborados en Chaguarpamba.
Foto: Iván Navarrete.
 
Bravo explica que la calidad del grano de Chaguarpamba es reconocido a nivel internacional por su aroma y acidez, esta última característica hace referencia a “la propiedad vivificante y limpiadora del paladar. Sin acidez, la cual varía de acuerdo a la altura, el café sería plano”.
 
Los productores dejan el grano de café en el centro de acopio, ubicado en el poblado. Entre los meses de julio y agosto la actividad aumenta, siendo la época en que se pueden observar camiones colombianos esperando la materia prima, asegura Bravo.
 

Bionay Bravo durante la recolección de
café. Foto: Iván Navarrete
 
En la parte superior de la cafetería se realiza la selección de granos. Uno por uno es revisado. La tarea agotadora toma todo el día y dura varias jornadas.
 
En la actualidad el producto cuenta con dos presentaciones, una sencilla y otra más elaborada, pensada para las personas que buscan un obsequio. Entre los próximos objetivos de los emprendedores está la obtención de la certificación alemana BCS ÖKO-Garantie.
 
La hoya de los cañaverales
 
Después de avanzar 72 kilómetros llegará a Catamayo, un extenso y fértil valle donde las plantaciones de azúcar pintan de verde este cantón rodeado por montañas. El mirador de la Colina de la Cruz es uno de los sitios más referidos para acceder a una vista panorámica de la cabecera cantonal. El Ingenio Monterrey es uno de los más grandes e importantes de la región sur del país. La producción de la caña de azúcar es la fuente de ingresos para varias familias locales. De esta planta se extrae el zumo. Además se obtiene aguardiente, miel de abeja, panela, entre otros productos.
 

Turistas extranjeros degustando café de
Chaguarpamba. Foto: Iván Navarrete
 
Dos kilómetros al norte junto al río Guayabal se encuentra el Centro Turístico Recreacional Eliseo Arias Carrión, que cuenta con piscinas, canchas deportivas, áreas de camping, juegos infantiles, cabañas familiares y una amplia zona de parqueo.
 
Alrededor del parque Central encontrará restaurantes que sirven cecinas a la brasa, un filete de lomo de cerdo previamente deshidratado y aliñado. El plato se acompaña con yuca y encurtido de cebolla. El precio oscila entre los cuatro y ocho dólares.
 
Ancestral e innovador
 
Saraguro es cuna del pueblo andino homónino, reconocido por usar únicamente los colores blanco y negro en su indumentaria típica. La dedicación a las labores, la armonía para convivir, la solidaridad y la unión, son parte de los rasgos de los habitantes de esta zona, quienes buscan aprovechar los recursos que genera la tierra para crear nuevos productos. Si se presenta una oportunidad hay que aprovecharla. Así piensa Tupac Amaru Contento, quien junto a su familia montaron una destiladora de tequila. La materia prima es el agave o penco, planta que como en diferentes lugares del país, también crece en Saraguro.

 

En Vilcabamba encontrará lo chamicos, cigarrillos
elaborados a mano. Foto: Archivo
 
Contento relata que un día pensaron en darle utilidad al penco. Después de investigar sobre el tequila y practicar con varias fórmulas, decidieron innovar con esta bebida alcohólica típica de México. El precio de la botella de 750 cm³ es de 20 dólares.
Esta sociedad familiar también produce lácteos. En la actualidad ofrecen variedades de quesos maduros y frescos; yogures, manjar de leche, entre otros productos. El local se encuentra en el kilómetro 5 de la vía a la ciudad de Loja.

Loja y sus valles

Loja es una ciudad acogedora con un atractivo centro histórico, donde funcionan bares, restaurantes, museos, locales comerciales y más. Entre los espacios públicos recomendados para visitar consta la plaza San Sebastián y el Parque Recreacional Jipiro.

Los fines de semana, los valles de Malacatos y Vilcabamba son los preferidos por los lojanos. El primero está a 31 kilómetros, posee un clima primaveral y también es productor de café arábigo de altura.

 

En Malacatos se puede observar el proceso de
producción de panela. Foto: Iván Navarrete
 
La parroquia Malacatos es tranquila y predomina el silencio. Es relajante caminar por este lugar de clima primaveral. Entre ambas parroquias existen casi 10 kilómetros de distancia. En el trayecto hay pequeños establecimientos rústicos y artesanales que producen panela. Muchos de los propietarios son hospitalarios y permiten observar el proceso.

En Vilcabamba la afluencia de turistas es mayor. En el Valle de la Longevidad son famosos los chaminos, cigarros elaborados de forma artesanal por los habitantes del sector, generalmente personas mayores de 60 años. Durante el proceso, la hoja de tabaco se mezcla con miel, lo que otorga un sabor dulce.

Un relajante baño en las frías aguas del río Vilcabamba es ideal para renovar energías. El centro recreativo Yamburara es una buena opción. Desde el centro del poblado, puede caminar media hora o tomar un taxi (dos dólares).

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