Ciudadanos de la ciudad de Shenzhen, en China, temen por su vida desde que uno de los más grandes rascacielos, el SEG Plaza, de casi 300 metros de altura, empezara a balancearse. La construcción de la estructura finalizó hace 21 años y hoy es una de las más famosas de la inmensa metrópolis que limita con la gran Hong Kong.
Transeúntes que pasan por los alrededores del SEG Plaza han aprovechado la oportunidad por grabar en vídeo el movimiento del edificio y solicitar a las autoridades acción inmediata, ante la gran posibilidad de que la estructura caiga y lastime (o incluso mate) a quienes están dentro o transitan alrededor. Las imágenes fueron difundidas por la red social china Weibo y por Twitter.
Ante esto, la oficina de gestión de emergencias de Shenzhen comunicó a los ciudadanos que iba a verificar qué causa la oscilación del edificio, ya que "ningún temblor se registró en la ciudad".
En China convergen cinco de los rascacielos más altos del mundo, incluyendo la Torre Shanghai, que tiene 128 pisos y culmina a 632 metros de altura. Ningún rascacielos se ha caído, hasta la fecha, pero sí lo han hecho edificios más pequeños. En marzo de 2020, un hotel convertido en un lugar de cuarentena contra el covid-19 se derrumbó, en la provincia de Fuján. El accidente produjo la muerte de 29 personas.
El gobierno del país asiático ya prohibió la construcción de edificios mayores a 500 metros de altura, restricción que ya ha sido aplicada en ciudades como Pekín.