Omar Rojas Echeverría solía ser un Mayor de la policía antes de convertirse en un narcotraficante, que llegaría hasta el punto de ser apodado "el Pablo Escobar de Bolivia" por las inmensas cargas de droga que traficaba y su influencia en el mundo del crimen.
Rojas Echeverría desertaría de la Policía Boliviana en 2014, y poco a poco, pasaría de ser un desempleado desconocido a un rostro fijado en las paredes de la DEA (Agencia Anti-Drogas Americana). Según informes de esta agencia, que esclarecieron su entrada en el mundo del narcotráfico, el ex mayor utilizó su alto cargo en los cuerpos policiales para poder acceder a aeródromos y gestionar grandes traslados de cocaína.
Para facilitar la realización de los envíos en los aeródromos, y también en pistas clandestinas, Rojas Echeverría sobornó a funcionarios que ejercían el control de la vigilancia entre Bolivia y Perú. Esto permitía que la droga traficada llegará hasta Centroamérica y finalmente a su punto de destino, Estados Unidos.
Su avance en el mundo del narcotráfico y conexiones con las fuerzas del orden le permitieron mantenerse al margen de las búsquedas de la DEA en 2019 y ganar tiempo mientras que la agencia ataba cabos y lo relacionaba con los envíos de cocaína. Ya se le podían atribuir decenas de toneladas de droga enviadas a Colombia, junto a armas.
Su cargo como uno de los cabecillas de extensas redes de tráfico que cubrían territorio desde Bolivia a Venezuela terminó cuando fue capturado por la DEA en Colombia en una operación denominada como Los Andes. Al momento de su captura, esta agencia lo consideraba como uno de los traficantes más grandes de Latinoamérica.
Un viejo conocido suyo que solía trabajar en la DEA fue clave para que, mediante una declaración, se vincule a Rojas Echeverría con una organización criminal desarticulada en Bolivia a finales del 2020, en medio de la transición de poder de Evo Morales a Jeanine Añez.
Los informes de la DEA con respecto a Rojas Echeverría también señalaban a Jorge Roca Suárez, conocido como Techo de Paja, quién solía ser parte de redes de tráfico desde los 90, como pieza fundamental de su sistema. Los documentos señalaban que aparte de dinero, Rojas Echeverría también receptaba armas como pago por los envíos de droga.
Tras su captura, Rojas Echeverría será extraditado a Estados Unidos, en donde un juez de New York dictaminará su sentencia por los delitos de tráfico de drogas y armas de fuego.