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Prueba de hisopado nasal para detectar Covid-19 provoca fuga de líquido del cerebro de un paciente

viernes, 2 octubre 2020 - 04:40
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Una de las pruebas para detectar la presencia de infección por coronavirus (SARS-CoV-2) provocó la "fuga de líquido cefalorraquídeo", según un informe publicado este 1 de octubre de 2020 en la revista médica JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery.
 
En particular, los hisopos nasofaríngeos, nasales anteriores y de turbinado medio, son 3 de los 5 métodos para la recolección inicial de muestras de diagnóstico, recomendados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
 
Sin embargo, las complicaciones asociadas con la prueba de frotis nasal no están bien caracterizadas, detalla el informe. Y describe el primer caso que se conoce sobre la fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR) después de la prueba nasal de COVID-19.
 
Después de la prueba de hisopado nasal, una mujer de unos 40 años presentó rinorrea unilateral, sabor metálico, dolor de cabeza, rigidez de cuello y fotofobia (intolerancia anormal a la luz por la molestia o dolor que produce).
 
La paciente, que sintió que la entrada del hisopo fue un poco alta, había completado recientemente la prueba de COVID-19 antes de una cirugía de hernia. Poco después, desarrolló rinorrea unilateral, dolor de cabeza y vómitos.
 
El historial médico del paciente detalló que ella había sido tratada por hipertensión intracraneal idiopática y extirpación de pólipos nasales más de 20 años antes de la presentación.
 
Mientras que, el examen físico reveló rinorrea clara del lado derecho. La nasofaringoscopia flexible reveló una masa en el meato medio anterior derecho, pero no identificó la fuente del líquido.
 
La paciente fue ingresada postoperatoriamente para seguimiento neurológico y manejo de drenaje lumbar. Los médicos debieron usar una derivación para drenar parte del líquido y la afección se resolvió.  Pero hizo que desarrollara lo que se llama encefalocele, un defecto en la base del cráneo que lleva a que el revestimiento del cerebro sobresalga hacia la nariz, donde es susceptible de romperse.
 
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) identificaron un encefalocele de 1,8 cm que se extendía a través de la fóvea etmoidal derecha hacia el meato medio y un pseudomeningocele del ala esfenoidal derecha.
 
El caso mostró que los médicos deben tener cuidado con los protocolos de la prueba, dijo a la AFP Jarrett Walsh, autor principal del artículo. Las personas que se han sometido a una cirugía nasal o de la base del cráneo deberían considerar una prueba oral, en caso de estar disponible, agregó.

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