La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes que las prohibiciones de viajar impuestas por los países "no impedirán" la propagación de la nueva variante del coronavirus ómicron, que ya se detectó por primera vez en América Latina, con dos casos en Brasil.
"Las prohibiciones generales de viajar no impedirán la propagación internacional" de esta mutación, estimó la OMS en un documento técnico.
En un documento posterior, la entidad indicó que a las personas que no tienen vacunación completa y tienen riesgo de desarrollar una forma grave de covid-19 o de morir "se les aconseja aplazar sus viajes a las zonas de transmisión local".
Ante los temores surgidos por la nueva cepa, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió "calma" e instó a los Estados miembros a una respuesta "racional" y "proporcional".
El responsable de la institución expresó su inquietud por el hecho de que varios países "implanten medidas generales y brutales que ni están fundadas en pruebas ni son eficaces de por sí, y que no harán más que agravar las desigualdades".
Las alertas se dan en momentos que Brasil detectó dos casos positivos de la variante ómicron, los primeros en América Latina, en viajeros que llegaron de Sudáfrica antes de que ese país anunciara el hallazgo de esa cepa en su territorio.
La secretaría de Salud del estado de Sao Paulo "confirmó este martes los dos primeros casos importados de la nueva variante ómicron del nuevo coronavirus en Brasil", dijo esa oficina en un comunicado.
Los contagiados son "un hombre de 41 años y una mujer de 37, provenientes de Sudáfrica", que "desembarcaron en Brasil el 23 (de noviembre)", precisó la nota.
Según se informó, ambos presentaban síntomas leves en el momento del test PCR y desde entonces se encuentran en aislamiento domiciliario y bajo monitoreo, al igual que sus familiares.
Desde que Sudáfrica señaló la aparición de esta variante la semana pasada, muchos países cerraron sus fronteras a las personas procedentes de la África austral, suscitando la indignación en la región.
Estas medidas "pueden tener un impacto negativo en los esfuerzos sanitarios mundiales durante una pandemia al desanimar a los países a informar y compartir los datos epidemiológicos y de secuenciación", advirtió la OMS.