Save The Chimps, un santuario dedicado a rescatar animales de esta especie, publicó la emotiva reacción en Instagram. “Mira como Vanilla está asombrada por ver el vasto cielo abierto por primera vez”, escribió la organización, ubicada en Fort Pierce, Florida.
En las imágenes se observa que Vanilla sale de su cuarto y observa hacia arriba. Queda absorta. Luego, con más confianza, se lanzó a los brazos de Dwight —el macho alfa del grupo— para que él la agarre.
Fue entonces cuando ocurrió la magia. La chimpancé alzó su cabeza y miró el cielo. Su primera reacción fue de asombro, sus ojos se iluminaron y una sonrisa apareció en su rostro.
Vanilla siguió caminando y observando la inmensidad de la superficie de la atmósfera. No lo podía creer. Tiempo después, empezó a socializar con sus otros compañeros.
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La primate es una sobreviviente del Laboratorio de Medicina Experimental y Cirugía en Primates (LEMSIP). Ahí pasó dos años en una jaula de un metro y medio cuadrado. Era usada para realizar distintos tipos de procedimientos.
Luego fue trasladada a un refugio de California, pero las condiciones eran deplorables. “Vivía con un puñado de chimpancés dentro de una jaula con cerca de tela metálica sin pasto”, relató Andrew Halloran, primatólogo de Save the Chimps, a New York Post.
Ahora, Vanilla vive en un santuario con 60 hectáreas y que alberga a 225 chimpancés rescatados de laboratorios.
Halloran comentó que Vanilla se ha adaptado bastante bien a su nueva vida y por lo general se sienta en lo alto de los árboles o plataformas para observar su nuevo entorno.