Una mexicana identificada como Paola Schietekat Sedas padeció un abuso sexual mientras trabajaba en Catar. Ella puso una denuncia, pero, en lugar de castigar al agresor, las autoridades de ese país le impusieron a ella una insólita condena.
Este domingo, el gobierno de México asumió la defensa de su compatriota por una condena a cien latigazos y siete años de cárcel en Catar.
La pena no se ha concretado debido a que la mujer, de 27 años, logró salir de Doha, pero no puede volver a lo que califica como su "trabajo soñado". Y lo considera una injusticia.
En su relato, ella dijo que trabajaba hasta mediados del año pasado como economista conductual, desarrollando políticas públicas, en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, el ente oficial que organiza el Mundial de Fútbol Catar-2022.
En una carta que título "Un mundo que parece odiar a las mujeres", la mexicana denunció que el 6 de junio de 2021 un hombre "de la comunidad latina" en Catar, que ella conocía, ingresó en la noche a su departamento de Doha para agredirla sexualmente.
Schietekat, quien el pasado viernes fue recibida por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, forcejeó con el hombre hasta terminar en el piso con moretones en brazos y espalda, según su relato.
La mujer, que asegura haber sufrido un abuso sexual en su adolescencia, acudió entonces a la embajada mexicana con fotografías del maltrato y denunció el caso ante la justicia local, regida por leyes islámicas.
Ese mismo día, el señalado agresor manifestó que ella era "su novia". Ello supondría una relación sexual fuera del matrimonio, considerado un delito en Catar, y eso era lo que les preocupaba a los policías que ya habían descartado el abuso.
Esto me ha apaleado durante los últimos ocho meses. La carga a la que me enfrento es aplastante. Hay días en los que no me puedo parar de la cama, días de desesperanza en los que quiero vivir y días de furia por vivir en un mundo que odia a las mujeres https://t.co/QA1p0MZLcH
— Paola Schietekat 💜💚💗🇵🇸 (@paola7kat) February 10, 2022
"En cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada", escribió la denunciante, que regresó a México el pasado 25 de julio, según ella, ayudada por el comité organizador del Mundial.
Incluso, para evadir la condena, su abogada se atrevió a recomendarle que se casara con el abusador.
La joven, que criticó en un inicio la "poca o más bien nula preparación de la embajada" mexicana en su defensa, al no proveerle desde un inicio un traductor de árabe, ha dicho en sus redes sociales que evitará dar más detalles sobre el proceso.
La cancillería mexicana delegó para la defensa a su consultor jurídico. "Le reconocí su valentía y resolución", escribió Ebrard en Twitter tras entrevistarse con Schietekat.