Una escuela y hospitales del norte de la Franja de Gaza que albergan a civiles desplazados por la ofensiva israelí contra Hamás fueron blanco este viernes de bombardeos y disparos, según fuentes médicas palestinas y dirigentes de este territorio gobernado por el movimiento islamista.
Hamás afirmó que 13 personas murieron y decenas resultaron heridas en el ataque contra el hospital Al Shifa, de la ciudad de Gaza, que atribuyó a Israel.
El director del hospital indicó que unos cincuenta cuerpos fueron recuperados de una escuela que acogía a desplazados de la ciudad de Gaza, "tras ataques con misiles y artillería" el viernes por la mañana.
Israel, que el jueves había informado de intensos combates cerca del hospital, afirmó el viernes que no vacilará en "matar" a comandos de Hamás que disparen desde centros médicos.
"Si vemos a terroristas de Hamás disparando desde hospitales, haremos lo que tenemos que hacer (...), los mataremos", dijo el portavoz militar israelí Richard Hecht, admitiendo el carácter "sensible" de ese tipo de operaciones.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que el sistema de salud de Gaza alcanzó un "punto de no retorno" y exigió poner fin a los ataques contra hospitales.
Israel prometió "aniquilar a Hamás" en represalia por el ataque del 7 de octubre, en el que combatientes islamistas mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según el balance del Estado hebreo.
En la Franja de Gaza, los bombardeos israelíes han matado a más de 11.000 personas, sobre todo civiles, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró el jueves que su país no pretende gobernar ni ocupar la Franja de Gaza, un exiguo territorio de 362 km2 y casi 2,4 millones de habitantes.
"No queda ningún lugar seguro"
Las tropas terrestres israelíes prosiguen su avance en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, que según el ejército alberga un "distrito militar" de Hamás.
Según el ministerio de Salud de Hamás, varios hospitales del norte del territorio fueron bombardeados, entre ellos Al Shifa.
El director del establecimiento, Mohammad Abu Salmiya, anunció un nuevo balance de cincuenta muertos. Un periodista de la AFP vio al menos siete cuerpos cerca del hospital.
Abu Mohammad, un padre de familia de 32 años, contó a la AFP que se refugió en ese hospital junto con 15 miembros de su familia, huyendo de los bombardeos.
"No queda ningún lugar seguro. El ejército atacó Al Shifa. No sé qué hacer", afirmó. "Hay tiroteos (...) en el hospital. Tenemos miedo de salir", añadió.
"Los tanques israelíes asedian cuatro hospitales del oeste de Ciudad de Gaza", poniendo en peligro a decenas de miles de pacientes y desplazados que se refugian allí, afirmó el ministerio de Salud de Hamás.
El ejército israelí acusó en varias ocasiones a Hamás de utilizar hospitales, en particular el de Al Shifa, para coordinar sus ataques y como escondites para sus comandantes.
La Media Luna Roja palestina indicó que francotiradores estaban disparando contra el hospital Al Quds, dejando al menos un muerto.
"Pausas" humanitarias
Según Estados Unidos, Israel aceptó hacer "pausas" humanitarias diarias de cuatro horas para que los civiles atrapados en los combates en el norte de la Franja puedan huir hacia el sur.
El ejército israelí abrió el domingo "un corredor de evacuación", pero los palestinos denunciaron combates a lo largo de esta ruta, utilizada por 100.000 personas desde el miércoles, según datos del ejército israelí y de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
El jefe de agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNWRA) pidió el fin de la "masacre" en Gaza. "Arrasar barrios enteros no es una respuesta a los crímenes atroces de Hamás", declaró Philippe Lazzarini.
Según OCHA, el número de desplazados en Gaza asciende ya a 1,6 millones, de una población total de 2,4 millones.
Hamás afirmó haber disparado cohetes hacia Tel Aviv. Según la defensa antiaérea israelí, unos 9.500 cohetes fueron lanzados hacia su territorio desde el 7 de octubre.
La tensión también aumenta en la frontera norte de Israel con Líbano, donde se producen diariamente disparos entre el movimiento Hezbolá, aliado de Hamás, y el ejército israelí.