Exploradores del canal de YouTube, "Ocean Research Project", comenzaron a grabar lo que estaba sucediendo a sus alrededores después de que se percataron de que había un barco flotando sin rumbo en la parte del Océano Atlántico que estaban navegando.
Al principio del video que registró el abordaje de la misteriosa nave, Matt Rutherford, conocido navegante estadounidense, se sitúa delante de la cámara para narrar el descubrimiento, que se dio cerca del Triángulo de las Bermudas, a cientos de kilómetros de la costa más cercana.
"Este es un bote crucero abandonado del club irlandes de yates. Espero no encontrar a alguien muerto dentro", señaló Rutherford, ya de pie sobre la proa de la embarcación.
"El comportamiento de la nave era extraño. No va a ningún lado. La vela no está levantada, el motor tampoco (...) Ningún signo de alguien dentro", acotó su esposa y acompañante, quien sostenía la cámara.
Con una respiración entrecortada, el sujeto ingresó al interior del barco e indicó que "el lugar fue abandonado de forma frenética", mientras el sonido de sus pies salpicando el agua del suelo retumba entre las paredes.
"Tengo miedo de abrir puertas o alacenas. Estoy asustado por lo que pueda encontrar", confesó el joven navegante, quien tenía previsto hallar el cuerpo del dueño del vehículo en cualquier segundo.
Después de revisar cada habitación, las cuales no tenían señales de vida, Rutherford se detuvo frente a la cámara para contar a sus espectadores lo extraña que era la situación.
"Estoy aquí a 1500 millas de Estados Unidos, parado en un buen Swan 48, en la mitad del océano", expresó el hombre, quien, junto a su novia, decidió llevar la embarcación con ellos mediante una polea de arrastre, con la esperanza de movilizarlo hasta tierra.
En aquel intento, la embarcación de Rutherford y su esposa se quedó sin combustible, y a pesar de conseguir cincuenta galones de un buque que estaba por la zona, tuvieron que cortar la cuerda del "crucero fantasma", antes de que los ponga en riesgo de quedar sin recursos en medio del mar.
Aún a cientos de kilómetros de la costa, la embarcación desocupada se alejó flotando, conservando su halo siniestro y misterioso en su totalidad.