Con el aumento de la variante Ómicron de la COVID-19 a nivel global, el presidente estadounidense Joe Biden, en los próximos días, endurecerá las medidas para los viajeros que ingresan al país.
Las personas que estén vacunadas o no, que lleguen al país por vía aérea, deberán presentar pruebas diagnósticas de COVID-19 con resultado negativo en las 24 horas previas al abordaje de sus vuelos, según lo que solicita los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) del país.
Hasta el momento, los viajeros que cuentan con el esquema de vacunación completo, puede presentar la prueba realizada hasta 72 horas antes.
“Los CDC están trabajando para modificar su actual Orden Global de Análisis para viajes mientras aprendemos más sobre la variante ómicron; una orden modificada reduciría el periodo para hacerse las pruebas diagnósticas requeridas a todos los viajantes internacionales por vía aérea a un día antes de su salida hacia Estados Unidos”, anunció la agencia.
El próximo jueves 2 de diciembre, el presidente Biden dará un discurso en el que podrían confirmarse estos protocolos más restrictivos, pues hablará sobre los lineamientos para controlar los contagios en la época de invierno a la que se está entrando.
“Los CDC están evaluando cómo hacer que los viajes internacionales sean lo más seguros posible, incluyendo pruebas diagnósticas en fechas más cercanas al vuelo y consideraciones en torno a análisis adicionales posteriores a la llegada y cuarentenas voluntarias”, explicó la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC.
De acuerdo a una fuente anónima del Gobierno, en el anuncio formal podría considerarse que también se incluyan pruebas a la llegada al país y cuarentenas voluntarias.
Además, se analiza la posibilidad de requerir a las personas que ingresan por vía aérea que se sometan a una prueba más, luego de tres o cinco días de su aterrizaje. Otra medida en estudio es la posibilidad de que los viajeros no vacunados deban realizar una cuarentena.