Decenas de cadáveres de civiles descubiertos en Bucha, tras la retirada de las tropas rusas, han provocado el repudio mundial. Situada 30 km al noroeste de la capital ucraniana de Kiev, la localidad estuvo ocupada por el ejército invasor desde el 27 de febrero y quedó inaccesible durante más de un mes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que recorrió el lugar, dijo que se trataba de los "peores crímenes guerra" cometidos desde la Segunda Guerra Mundial y las calificó de "genocidio".
Uno de los cuerpos estaba tendido cerca de una bicicleta y otro tenía bolsas con provisiones al lado. Un cadáver tenía las manos atadas en la espalda.
De su lado, el Kremlin ha negado cualquier responsabilidad en estas muertes y asegura que son imágenes "falsas". Incluso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó este miércoles de "provocación grosera y cínica" de las autoridades ucranianas el descubrimiento de cadáveres de civiles en la ciudad de Bucha.
No obstante, las imágenes satelitales tomadas durante el último mes en Bucha desmienten la versión del gobierno ruso, y según varias autoridades, las brutales escenas de cuerpos esparcidos en la calle hacen pensar en crímenes de guerra.
Sobre el hecho atroz, activistas ucranianos afirman haber identificado al llamado “Carnicero de Bucha”, un comandante ruso condecorado que lideró la unidad que habría masacrado a cientos de civiles.
InformNapalm, un grupo de voluntarios ucranianos que supervisa los servicios militares y especiales de Rusia, identificó al teniente coronel Azatbek Omurbekov, de unos 40 años, nacido y criado en el Lejano Oriente ruso, como el responsable. Esa información fue corroborada por una investigación del Times de Londres, entre otros medios de prensa.
El ruso pertenece a la 64ª Brigada de Fusileros Motorizados y fue comandante de las tropas que habrían asesinado a mansalva, saquearon y torturaron el territorio ucraniano.
Antes de estar implicado en esta terrible matanza de civiles, Omurbekov había sido condecorado por el Kremlin. En 2014, ya había estado con sus tropas en Ucrania cuando invadieron la península de Crimea y abrieron los dos enclaves separatistas de Luhansk y Donetsk.
También fue bendecido por el obispo de Khabarovsk en noviembre de 2021, poco antes de su despliegue en Ucrania. El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Patriarca Kirill, es muy amigo de Vladimir Putin y apoyó la invasión en forma explícita y pública.
El Ministerio de Defensa de Ucrania, que ha publicado una lista de presuntos miembros del escuadrón de la muerte ruso, prometió que “todos los criminales de guerra serán procesados por crímenes contra los civiles de Ucrania”.
Zelensky, al dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU el martes, pidió que los oficiales rindan cuentas en los juicios por crímenes de guerra “similares a los tribunales de Nuremberg” que siguieron a la Segunda Guerra Mundial.
"El ejército ruso y quienes les dieron órdenes deben ser llevados ante la justicia de inmediato por crímenes de guerra en Ucrania”, dijo.
Por último, agregó que “cualquiera que haya dado órdenes criminales o las haya ejecutado matando a nuestra gente, será llevado ante un tribunal”.