Un anciano fue su primera víctima. El adulto mayor recibió una puñalada en el pecho. Tras ello, el atacante comenzó a rociar a personas con líquido inflamable, mientras tanteaba sus bolsillos en busca de un mechero para incendiar el vehículo.
El tren se detuvo de inmediato en la estación de Kokuryo. Las imágenes de ciudadanos escapando desesperadamente por ventanas se difundieron por el mundo y le otorgaron gran notoriedad al atentado, que fue frustrado por fuerzas del orden.
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El hombre de 24 años en ese entonces fue arrestado por los primeros uniformados que llegaron al lugar, sin oponer ningún tipo de resistencia. Su explicación inmediata fue que “quería matar a gente y ser condenado a muerte”.
Al momento que le ponían esposas, el adulto mayor que apuñaló sangraba sin parar y un incendio ocasionado por él acrecentaba su intensidad dentro del vagón.
Este lunes 31 de julio, el Tribunal de Distrito de Tachikawa, en Tokio, sentenció a Hattori a 23 años de prisión bajo los cargos de asesinato en grado de tentativa de doce pasajeros del tren. El hombre a quien apuñaló sobrevivió tras una hospitalización que se extendió a meses.