Preservar la vida del menor, quien padecía una luxación occipitoatloidea, descrita como una "lesión muy infrecuente, con alta tasa de mortalidad y muy inestable" por el Programa de Formación Continua AOSpine, era un desafío para los cirujanos del centro médico Hadassah, ubicado en Jerusalén.
Tras ser hospitalizado de emergencia, el menor, cuya "cabeza estaba casi completamente separada de su cuello", según declaraciones de doctores recogidas por Fox News, fue trasladado a la unidad de trauma y preparado para la cirugía.
El especialista ortopédico que encabezó la operación, el Dr. Ohad Einav, informó que el procedimiento duró varias horas y que varias placas tuvieron que ser insertadas en el cuerpo del pequeño, principalmente en el área afectada de manera directa por el siniestro.
"Nuestra habilidad para salvar al niño se debió a nuestro conocimiento y la utilización de equipo de última tecnología en la sala de cirugías", señaló el galeno, acotando que el hecho de que el joven no sufra de déficits neurológicos o disfunciones motoras "no es algo usual".
La cirugía fue realizada en junio, pero recientemente en julio el centro médico reveló los primeros detalles del procedimiento, después de que el menor recibió el alta del hospital para que continúe su tratamiento de rehabilitación en casa.