Bruce McArthur, el asesino en serie que trabajaba como "Santa Claus" en centros comerciales
Bruce McArthur mató a ocho personas en siete años sin ser descubierto en Canadá.
Años atrás, McArthur ya era un tipo problemático, tuvo altercados con la policía y llegó a recibir una sentencia de libertad condicional después de un ataque violento, sin embargo esto no impidió que siga adelante con sus ideas retorcidas.
La policía canadiense tardó 7 años en capturar al responsable del asesinato de 8 hombres entre 2010 y 2017.
Las investigaciones mostraron que muchas de las víctimas tenían ascendencia de Medio Oriente o del Sur de Asia y estaban relacionadas con Village, un barrio gay ubicado en Toronto.
A pesar de esto, las pruebas fueron desestimadas por el Tribunal debido a que McArthur se declaró culpable por ocho cargos de asesinato en primer grado.
LOS SOBREVIVIENTES DE BRUCE MCARTHUR
“Santa Claus” no pudo culminar su cometido al menos en dos ocasiones.
Sean Cribbin fue uno de los afortunados que pudo escapar y evitar convertirse en la novena víctima de este asesino en serie. Se conocieron a través de una plataforma de citas en la que McArthur se describía a sí mismo como un “papi de cuero” que le gustaba “llevar a los límites a un chico”.
Luego de varios mensajes, Cribbin decidió visitar el departamento de McArthur, donde se desmayó luego de consumir ácido gamma-hidroxibutírico. Esta droga es utilizada durante las relaciones sexuales ya que reduce las inhibiciones, además se ha relacionado con la violación y el asesinato porque provoca desmayos.
Cribbin estuvo inconsciente por 20 minutos, cuando despertó se marchó del lugar. “Lo tomé como una mala cita”.
Otro sobreviviente fue “Joey”, un traficante de ácido gamma-hidroxibutírico. Él contó haber visitado la casa de McArthur para consumir drogas y tener relaciones sexuales.
“Empecé a sentirme realmente extraño. Me hacía preguntas raras como: ¿Eres cercano a tu familia? ¿Tienes hermanos? ”.
“Probablemente estaba viendo si alguien me extrañaría si desaparecía. Le dije que no me sentía bien y que me tenía que ir”.
McArthur fue condenado en 2019 a cadena perpetua obligatoria durante 25 años, tras los cuales tendrá la posibilidad de optar por una libertad condicional.
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