Boris Johnson, el primer ministro británico, enfrentó fuertes críticas y pedidos de dimisión por parte de ambos bandos, el conservador y opositor, debido a su implicación en los escandalosas celebraciones dentro de su residencia oficial durante un periodo de tiempo en donde el país mantenía fuertes restricciones de movilidad y distanciamiento por la propagación del Covid-19.
En la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, el líder conservador eludió hoy todas las preguntas de los diputados sobre las controvertidas reuniones sociales que tuvieron lugar en Downing Street en 2020, cuando el Reino Unido mantenía restricciones de movimiento para contener la covid-19.
Johnson pidió hoy esperar a conocer las conclusiones de la investigación de la funcionaria Sue Gray, a cargo de establecer qué pasó en el 10 de Downing Street y si el primer ministro sabía que se trataban de eventos sociales y no de citas de trabajo.
El momento más sorprendente de la sesión, que sufrió varias interrupciones por los reiterados gritos de los diputados, llegó cuando el diputado conservador David Davis, exministro del Brexit y firme aliado de Johnson, le dijo: "En nombre de Dios, márchate".
Pero el golpe más fuerte contra Johnson se produjo minutos antes del comienzo de la sesión de control en el Parlamento, cuando el diputado conservador Christian Wakeford, de la circunscripción de Bury South, en el norte de Inglaterra, anunció que se había pasado al laborismo.
Aunque el "premier" ha pedido reiteradas disculpas, los partidos de la oposición y varios diputados conservadores exigen que Johnson presente la dimisión a la reina Isabel II, jefa de Estado.
POTENCIAL PELIGRO DE DESTITUCIÓN PARA JOHNSON
No se descarta que el enfado en las filas conservadoras se traduzca en un proceso interno para destituir a Johnson como líder.
Según los medios, el denominado Comité 1922, que agrupa a los parlamentarios conservadores sin cartera, ha recibido ya algunas cartas de diputados en las que manifiestan que no tienen confianza en el líder de su partido, pero se necesitan un total de 54 misivas para que el proceso que decida el futuro de Johnson salga adelante.
Al parecer, varios diputados del norte de Inglaterra se reunieron ayer para analizar los pasos y es posible que el Comité 1922 reciba este mismo miércoles las 54 misivas necesarias.
De ser así, el presidente de este poderoso Comité 1922, Graham Brady, se verá obligado a comunicar a Johnson el inicio del proceso interno, que deberá decidir si sigue o no como líder.
Las 54 cartas representan al 15 % de los diputados conservadores.