“Si volviera a nacer volvería a nacer transexual, y si vuelvo a nacer diez veces, volvería a nacer tran sexual”, declaró orgullosa el año pasado Daniela Vega en un programa de televi sión en el que alguien del público le pre guntó si volviera a nacer qué elegiría. A pesar de haber contado siempre con el apoyo y el cariño de sus padres, la vida y la transición de Daniela –que comen zó a sus 14 años–, no fue fácil.
En ese programa, todavía no sabía que meses más tarde sería la primera actriz trans género en estar en una ceremonia de la a cademia de Hollywood y en festejar el triunfo de la primera película chilena en ganar un Oscar.
El éxito y la historia de Daniela se ha vuelto emblemático en un país donde por estos días se ha puesto nuevamente en agenda la Ley de Identidad de género, que lleva más de cuatro años en el parlamento chileno. El triunfo de la película “Una mujer fantástica” y la fascinación de la prensa internacional por la personalidad y el talento de Daniela, activaron, de alguna manera, el tratamiento de la ley.
Dos días después de la ceremonia de premiación y de que la presidenta Michelle Bachelet le diera carácter de urgente al proyecto de ley, este pasó a la Comisión Mixta en el Congreso. La expresidenta no logró sacarla en su gestión y se espera que la nueva administración vote a favor para que se apruebe la Ley. Así lo prometió Sebastián Piñera, el nuevo presidente de Chile.
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