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Álvaro Noboa, el millonario que quiere ser candidato

miércoles, 23 diciembre 2020 - 02:41
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Con necia determinación política, Álvaro Noboa quiere ser candidato presidencial en estas elecciones. ¿Habrá sexta participación? ¿Será la vencida?
 
Los ingleses crearon el sustantivo  doggeness para describir la obstinación de los políticos por llegar al  poder. No obstante, la traducción al castellano no tiene la fuerza del vocablo inglés que compara la necia determinación  política con el esfuerzo de un can por obtener un hueso. El adjetivo resulta perfecto para describir la carrera por el poder del millonario Álvaro Noboa, quien a  los 70 años y luego de cinco intentos fallidos por convertirse en presidente, insiste en una sexta contienda. Y para ello,  no le importa recurrir a artificios legales, a protestas en las calles y a utilizar como  vehículo de ayuda a una organización política nacida de los dineros de una empresa corrupta como Odebrecht, según se  probó en los tribunales.
 
¿Por qué un hombre, que tiene una de las mayores fortunas del Ecuador y por  ende gran poder está ávido por ser presidente? Para muchos, la clave estaría en  los inicios de su carrera política: superar la sombra de la figura paterna, un dilema  frecuente en los hijos de grandes hombres. Luis Noboa Naranjo, su padre, fue  el mayor magnate en la historia de Ecuador, creó su imperio a pulso y al fallecer  no transfirió a Álvaro su control. En medio de una disputa judicial por la herencia Álvaro se convirtió en presidente de la  Junta Monetaria durante el gobierno de  Abdalá Bucaram. En una entrevista con Vistazo, Noboa manifestó: “He sido primero en todo en la vida. Tengo seguridad  en mí mismo. Lo que me fastidia es el prejuicio. Cuando las personas me tratan se hacen una opinión diferente”.
El paso por la Junta Monetaria fue  fugaz como el gobierno de Bucaram, pero  la mecha por seguir en política estaba encendida. Además, en esos meses gracias  a la influencia de la política se definió el  conflicto de la sucesión de la herencia y  él quedó al frente de los negocios claves:  la siembra y exportación de banano y  la flota naviera. Sin embargo, su búsqueda de la Presidencia recién comenzaba. En las elecciones siguientes, con  Bucaram en el exilio, quien tenía varios  juicios penales que le impedían regresar,  Noboa usó las estructuras del partido de  Bucaram -PRE- y llegó a la segunda vuelta para enfrentar a Jamil Mahuad. Perdió las elecciones, pero argumentó siempre que las había ganado y defendió su  punto, sentado en primera fila del Tribunal Supremo Electoral, mientras se revisaban las papeletas. Volvería a intentarlo en cuatro ocasiones más.
En las siguientes, lo haría con un partido propio, el PRIAN, al que había incorporado a dirigentes claves del partido  de Bucaram, produciéndose una ruptura,  en la cual Bucaram lo acusó del robo de  las bases. El efecto de ese traslape de bases políticas fue evidente en las siguientes campañas. Noboa llegó en las dos elecciones posteriores a disputar la segunda  vuelta. Aplicó la mejor fórmula del populismo, abundante propaganda electoral  con muchos ofrecimientos y reparto de  regalos durante la campaña. Incluso llegó  él mismo a cargar quintales de arroz. Y sus  ofrecimientos superaron a sus rivales: si  estos anunciaban construcción de viviendas, él inscribía a los posibles beneficiarios si ganaba y, además, decía que en las  casas habría electrodomésticos. En el año  2002, volvió a ser finalista, pero Lucio Gutiérrez obtuvo la Presidencia y en 2006,  pese a haber triunfado en primera vuelta, perdió en segunda ante Rafael Correa Su suerte y la de su partido cambiarían.
Al eliminarse la financiación privada  de las campañas políticas, comenzó el declive. En las elecciones de 2009, corrió en binomio con su esposa Anabella, fue tercero y en 2013  fue quinto. En ese período  también perdió una de sus  mayores propiedades la hacienda La Clementina, que  fue expropiada por el Servicio de Rentas por diferencias en el pago de impuestos.  Al mismo tiempo, en 2014,  el CNE canceló la personería  del PRIAN por no alcanzar el  porcentaje de los votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas a nivel nacional,  ni en las elecciones seccionales. En 2016,  reemplazó al PRIAN con un nuevo movimiento Adelante Ecuador, que corrió la  misma suerte del PRIAN, fue eliminado  por sus magros resultados electorales en  junio de 2020. Sin partido para las elecciones de 2021, en un principio dijo que se  retiraba para que exista una sola candidatura, pero cambió de parecer. Según lo ha  dicho en una entrevista al portal La Posta se decidió por una sexta candidatura, porque encuestas en su poder, una de ellas de Omar Maluk, sostienen que “Él es el único candidato que puede vencer al candidato de Correa, Andrés Arauz, en primera vuelta”.
 
Añadió, que su candidatura es “un agradecimiento a Dios por sus  empresas, su familia y porque no quiere que Ecuador  sea chavista y se convierta  en Venezuela… No puedo
quedarme mirando que la montaña se  derrumba y no hacer nada”. Opinó favorablemente del actual presidente Lenín Moreno: “Es un buen señor, que tuvo buenas intenciones pero que no ha  podido hacer nada por las cosas que dejó hechas un mal señor con pésimas intenciones, que es Rafael Correa”.
 
En otro video publicado en diario El  Comercio dice: “Seré vuestro presidente  y por fin serán los ecuatorianos que gobiernen. Acabaremos con la pobreza y todo tipo de corrupción. Habrá un nuevo Ecuador y un nuevo mundo”. Entre  sus promesas de campaña está que los  ecuatorianos tendrán empleo de por vida, porque Noboa garantizará la seguridad jurídica. Finalmente sostiene que es un hombre de centro izquierda, “centro  para los negocios empresariales e izquierda para los servicios sociales”.
 
No obstante, su situación no depende de su obstinación para ser presidente,  sino que pasa por las decisiones del Tribunal Electoral y del Consejo Nacional  Electoral, con la agrupación que lo ha  acogido: Justicia Social. El partido fue  fundado por el abogado Jimmy Salazar,  esposo de la abogada Pamela Martínez,  sentenciada en el caso Sobornos, quien  sostuvo que el movimiento fue financiado con dinero de la empresa Odebrecht.  Sin embargo, además del origen espurio  de la agrupación existe un tecnicismo  clave: el partido no llegó a inscribir las  candidaturas de los aspirantes iniciales  para la primera magistratura: Fabricio  Correa y Marcia Yazbek por lo cual argumenta el Consejo Electoral no puede habilitar a Noboa. En todo caso, si superara  ese escollo, está pendiente el más importante: el voto de los ecuatorianos.

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