Nueva York.- Alphabet, la empresa madre de Google, arrebató este martes a su rival Apple la corona de mayor empresa del mundo en valor de mercado y logró una victoria simbólica de su nueva estrategia.
En los últimos cuatro años, Apple dominó casi todos los días los índices bursátiles: el 25 de enero de 2012 le arrebató el primer lugar a la petrolera ExxonMobil y marcó así un cambio de era y su consagración como la mayor potencia de la economía digital.
Cuando el lunes Alphabet presentó sus buenos resultados de 2015, el mercado dio un vuelco y al promediar la jornada del martes en Wall Street sus acciones reflejaban un valor de mercado de 547.000 millones de dólares. El valor de Apple, en tanto, era de 530.000 millones de dólares tras una leve caída.
Nadie sabe cuánto durará el reinado de Alphabet. El monto de capitalización bursátil equivale al número de acciones en circulación multiplicado por su precio y en consecuencia varía constantemente en función de las oscilaciones del mercado.
Empero la alternancia en el tope de los mercados, valida, al menos simbólicamente, la nueva estrategia aplicada por Google en 2015 con el declarado propósito de mostrarse en forma bien clara ante los inversores.
Con la creación de Alphabet, Google y sus principales productos, como el motor de búsqueda, el sistema Android de telefonía móvil y YouTube, se convirtieron cada uno en filiales de un holding que abarca también separadamente a sus apuestas innovadoras o revolucionarias.
Autos sin conductor, difusión de internet en lugares apartados utilizando drones o globos, e incluso iniciativas en cuestiones de salud son apuestas novedosas pero de momento sin ninguna garantía de éxito económico.
Justamente Alphabet fue creada como una suerte de paraguas que cubre las filiales y los eventuales malos resultados de una no comprometen a las demás.
De ese modo, Alphabet aventa también el temor de que las aventuras tecnológicas espanten a accionistas alarmados por inversiones a pérdida en asuntos que a primera vista parecen hasta estrafalarios.
Las pérdidas que reportó Alphabet en su división de innovaciones no perjudicaron el desempeño total del grupo en 2015. Alphabet reportó un beneficio neto de 15.800 millones de dólares en 2015; un 12% más que el año precedente, y superó las expectativas de los mercados.
TRANSPARENCIA
Es precisamente la transparencia, uno de los rasgos con los que Alphabet quiere distinguirse de Apple, que hace un culto del secreto para sus innovaciones.
"La mayor transparencia vinculada a la creación de Alphabet es un paso positivo para conocer mejor la rentabilidad de las actividades esenciales de Google y las pérdidas que le generan sus proyectos", dijeron en una nota analistas del banco Morgan Stanley.
Roger Kay, analista de la firma Endpoint Technologies Associates, señaló empero que el cambio en el liderazgo se debe más al declive de Apple que al ascenso de Alphabeth.
"Apple aún logra ganar cantidades colosales pero los iPhone llegaron a un estado de madurez y la cuestión es saber qué viene después", dijo Kay a la AFP.
El presidente de Apple, Tim Cook, no es capaz "de sacar un conejo de la galera", añadió. Ante la prevista caída de las ventas de iPhone, su producto estelar, Apple busca orientarse hacia los servicios pero es un sector en el que ya podría haber alcanzado su máximo crecimiento.
Alphabet y su filial Google, creada en 1998 en Silicon Valley, no están tampoco a salvo de turbulencias.
Alphabet puede contar con las 100.000 millones de búsquedas mensuales en Google y los 1.000 millones de usuarios de Gmail pero debe paralelamente hacer frente al enlentecimiento de la publicidad en algunos mercados como Estados Unidos o el Reino Unido, dijeron los analistas de Morgan Stanley.
Google, dirigida por Sundar Pichai, está bajo presión en Europa, donde está siendo investigada por organismos controladores de la libre competencia y además, sus manejos con el pago de impuestos están siendo cada vez más criticados.
A fines de enero, Google anunció que tendrá que pagar unos 172 millones de euros en impuestos atrasados tras una investigación del fisco británico.