Mientras los contagios, hospitalizaciones y muertes aumentan en el hemisferio norte con la llegada de la segunda ola de coronavirus, las autoridades recomiendan comprar mejores mascarillas que realmente protejan del COVID-19.
En un comienzo de la pandemia hubo un gran debate sobre qué tan efectivo era el uso de la mascarilla. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que su uso no era importante, luego corrigió y dijo que sí lo era, como también lo aseguraron numerosos expertos en el mundo.
Actualmente, se ha llegado a un consenso sobre la importancia del uso de mascarillas, lavado de manos, alcohol y el distanciamiento social.
Su uso en muchas partes del mundo es obligatorio y no tenerlo en lugares público puede acarrear sanciones.
Según una publicación de
The Wall Street Journal, la mayoría de contagios provienen de personas asintomáticas y debido a esto las autoridades resaltan el uso de la mascarilla como vital para evitar más contagios.
No obstante, al inicio de la pandemia, cuando reinaba el pánico y gran parte del mundo estaba confinado en casa, se le pedía a la población no abaratarse de mascarillas porque era un bien escaso para el personal del salud. Luego se incentivó a las personas a que fabricaran su propias máscaras y, también, se empezaron a vender algunas que servían para cubrir el rostro pero que no protegían igual a los quirúrgicos.
Por ejemplo, una mascarilla de algodón protege mucho menos que una quirúrgico. Sin embargo, si la única opción con la que cuenta la persona es con uno de tela, lo mejor es que tenga muchas capas. También están los que son de algodón y poliéster, éstos protegen mejor. En cuanto efectividad, los de tela tiene un 30% de efectividad mientras que una bufanda solo un 10%.
De acuerdo con el diario estadounidense The Wall Street Journal, las mascarillas quirúrgicas tiene un 60% de efectividad para evitar contagios. También están las que utilizan para construcción que protegen del polvo o de olores fuertes, éstas, aunque parezcan como las que utilizan los médicos y enfermeras, tampoco brindan una buena protección para evitar la expansión del COVID-19.
Las mejores que ofrece el mercado en EEUU son las N95 que pueden filtrar en un 95% partículas infecciosas. Sus equivalentes en otra parte del mundo son las KN95, que se fabrican en China, o las FFP2, que vienen de Europa. En Estados Unidos estas dos últimas fueron autorizadas por la Administración de Medicamentos y Alimentos para su uso.
Las autoridades en EEUU crearon una base de datos donde el público puede chequear el tipo de mascarilla que tiene. Por otra parte, advierten que muchas de las que son promocionadas en el mercado como N95 pueden ser falsas. Lo importante, según recomiendan los expertos, es tener un par de mascarillas N95 y utilizarlas cuando se sabe que se puede estar expuesto al contagio como cuando se visita un supermercado o se viaja en transporte público.
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