Aunque había la expectativa de que la UE se convierta en uno de los principales proveedores de vehículos en el Ecuador, esto se cumplió a nivel moderado. Desde la firma del Acuerdo hasta el último año, las ventas crecieron en 507%. Pero, por otra parte, su peso en el mercado no ha superado el 8%.
“La participación es razonable, pues en los últimos años la oferta se diversificó con unidades que llegan desde orígenes asiáticos y americanos”, explica Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade). Al cierre de 2023, los principales orígenes son China (36%), Ecuador (14%), Brasil (9,6%) y la Unión Europea (7,4%).
El acuerdo abrió espacio para marcas de otros orígenes, pero con plantas en Europa. Así ocurrió con la japonesa Suzuki, que cuenta con una fábrica en Hungría. Esteban Acosta, gerente general de la firma, expone esos vehículos cumplen con el modelo de negocio pensado para el país. “Una característica de los modelos S-Cross y Vitara es el ahorro de combustible, esa es nuestra fortaleza para el Ecuador”, relata.
En otros casos, aunque las marcas cuentan con plantas regionales, prefieren mantener la importación exclusiva de Europa. Por ejemplo, Nexumcorp, que comercializa la francesa Peugeot y la alemana Opel. Su gerente de Marketing, Alejandro Bastidas, explica que esa decisión se basa en su “promesa de valor de ofrecer vehículos genuinamente europeos, que es reconocido y apreciado por nuestros clientes”.
En otros, el Acuerdo permitió el crecimiento de marcas europeas que por años no despuntaban en el país. Jorge Flores, director de Vehículos Livianos de Mavesa, explica que ese fue el caso de su marca Citroën. "Antes las ventas eran mínimas y no se competía con las marcas tradicionales. Era compleja la situación con las marcas europeas", expone. Sin embargo, desde el Acuerdo, el crecimiento de la marca fue sostenido. "Si no fuera por la desgravación sería imposible", acota.
Además, Flores (Citroën) revela que entre 2020 y 2022, cuando se complicó el abastecimiento de vehículos, la firma se mantuvo en la decisión de solo ofrecer los traídos de Francia, a pesar de contar con plantas más cercanas. “El cliente Citroën conoce de la marca y estaba dispuesto a esperar por el vehículo traído de allá, no quería de otros orígenes”, señala.
Los empresarios automotrices explican que la venta de autos europeos es de nicho. Principalmente porque sus clientes valoran dos características puntuales: comodidad y confort. “Busca innovación y nuevas experiencias en su conducción, es un público más selecto que valora el diseño diferenciado de nuestro vehículos”, describe Bastidas (Peugeot). Por su parte, Flores (Citroën) indica que el cliente que busca auto europeo no economiza. “Valora incluso la materia prima como la tela del asiento o la pintura. En el tiempo se nota la calidad del producto”, añade.