En 2022 se registró la inflación más alta en los últimos siete años, a nivel mundial, principalmente por la guerra entre Rusia y Ucrania. Un estudio de la consultora económica argentina MAP proyectó un análisis sobre la inflación en Latinoamérica y Ecuador para 2023.
Uno de los argumentos de partida fue que las principales economías registraron puntos inflacionarios que superan sus récords históricos. Por ejemplo, en Estados Unidos llegó al 9% y en la Unión Europea superó el 10,6%. Y ese proceso se replica en Latinoamérica. Según este estudio, la inflación ha tenido un mayor impacto en el segmento de alimentos.
Ecuador no es la excepción. De hecho, según el Índice del Precio al Consumidor, el segmento de alimentos lidera los puntos de inlación. "La pandemia rompió la cadena de valor y complicó la logística internacional", explica Juan Pablo Ronderos, líder de la firma, como uno de los motivos de este aumento. Otro de los segmentos con mayor aumento fue la Energía.
A su vez, agregó que los gobiernos han optado por implementar medidas fiscales como una opción para solventar esos gastos. "Salieron a gastar, ahora ¿cómo lo financian?", expresa Ronderos.
En Ecuador, al ser una economía dolarizada, no se puede disponer de instrumentos de política monetaria. Por tal razón, el gobierno decidió aumentar los salarios y subvencionar ayudas económicas, aprovechando los ingresos extras del petróleo. “Así se compensaron esos gastos”, indica Ronderos.
Para 2023 se prevé un contexto externo para Ecuador desafiante, con una economía global y regional que perderían impulso de la mano de la política monetaria contractiva aplicada en 2022. Las cifras proyectan que el país cerrará con números positivos en términos de recaudación tributaria. A juicio de Ronderos, no parece necesario un aumento de impuestos para 2023. "El gobierno sería capaz de alcanzar un superávit primario sin este tipo de medidas gracias a los ingresos petroleros", comenta.
TASAS DE INTERÉS
“Los Bancos Centrales a nivel mundial han aplicado una subida agresiva a las tasas de interés”, revela Ronderos. Añade que esta subida es la más agresiva desde la década de los 80 y se ha replicado en el contexto latinoamericano. “La contracara es la desaceleración significativa de la actividad económica y la pérdida del poder adquisitivo en los ingresos”, comenta.