El golpe económico que recibió Azuay por la pandemia quedó atrás. Si bien existen sectores que todavía enfrentan sus estragos, en forma general, la facturación de la provincia mejoró notablemente. Las cifras del SRI registran que en el último año, Azuay facturó 9.600 millones de dólares por ventas y exportaciones. Son 250 millones más en comparación con 2019 y 23 por ciento superior a lo generado en la pandemia.
Luis Monsalve, presidente de la Cámara de Comercio de Cuenca, analiza que determinados sectores económicos encontraron un ambiente favorable para desarrollarse o adaptarse al cambio. Entre esos, menciona a los de alimentos, farmacias, salud, telecomunicaciones, tecnología y comercio electrónico. “Después de levantarse las restricciones se suman construcción, turismo, transporte, etc.”, indica.
Otro factor que influyó para contener la caída de la economía azuaya es su dinámica de las remesas. Jaime Vintimilla, gerente regional de Banco del Austro, explica que la estructura de la economía azuaya tuvo mayor amortiguamiento y recuperación con una tasa de velocidad mayor que en el resto del país “debido a la recepción de remesas de los migrantes y al ahorro interno de los agentes económicos traducidos en flujo o en patrimonio”. Según cifras del Banco Central del Ecuador, hasta septiembre pasado, Azuay era la segunda provincia del Ecuador que más remesas recibía con 670 millones de dólares.
Esto repercutió en la capacidad adquisitiva de los azuayos. Los voceros de empresas consultadas coinciden en que el azuayo es muy fiel a las marcas y productos de su provincia. Sofía Maldonado, gerente de marca de Colineal, reconoce que su marca es muy querida dentro de Cuenca, la ciudad donde iniciaron sus operaciones. “Logramos proporcionar el legado de que los muebles cuencanos son de calidad”, acota.
Del mismo modo, Lácteos San Antonio, productora de la marca Nutri, apunta a que el posicionamiento de sus productos es más fuerte en el mercado del Austro. “La cercanía con los clientes nos hizo buscar distribuidores más constantes del producto. Aquí en Cuenca tenemos 27 distribuidores que entregan todas las mañanas productos a las tiendas. El tendero invierte de madrugada y en la noche recuperó con la venta, entonces les representa una buena inversión”, apunta Mauricio Coello, vocero de la compañía.
Banco del Austro se ha identificado como el banco de la ciudad de Cuenca. Cerca del 37 por ciento de sus captaciones y 23 por ciento de las colocaciones se concentran en la provincia del Azuay. En el último año cambiaron su imagen para robustecer su identidad. “Estamos orgullosos de nuestro origen y tenemos una visión clara hacia el futuro”, expone su vocero.
BENEFICIOS POTABLES
El sector industrial es el segundo que más réditos genera a la provincia. Esto se debe a las bondades que ofrece Azuay para la instalación de plantas de producción. Monsalve (C.C. de Cuenca) manifiesta que Azuay ofrece entre sus ventajas una gran calidad de servicios básicos, así como excelente talento humano, “junto a un universo empresarial confiable y estable”.
Con respecto a los servicios básicos, la calidad del agua potable de Cuenca es notoria. Cuenta con certificaciones nacionales y reconocimientos internacionales. Juan Carlos Romero, director de planta de Lácteos San Antonio reconoce que el agua potable que utilizan para sus procesos contribuye a que tengan un producto de calidad.
Mientras que para el talento humano, Alk Weinrich, vicepresidente de manufactura de Continental Tire Andina asegura que cuando llegó a la planta le sorprendió los recursos de calidad que disponían y el gran talento humano con experticia en la producción de llantas. “Nuestra planta cuenta con un gran equipo de ingeniería”, añade.
Esa capacitación está relacionada con la oferta académica azuaya. Cuenca es considerada como una ciudad universitaria, dispone de cuatro universidades y la provincia alberga decenas de institutos tecnológicos. “La calidad de la educación superior en Azuay se evidencia en la formación con los docentes”, señala Enrique Pozo, rector de la Universidad Católica de Cuenca.
Explica que los profesores son constantemente capacitados y que desde la pandemia se ha fortalecido el uso de herramientas tecnológicas. “Ahí se generó un cambio sustancial en la enseñanza”, añade. La provincia del Azuay tiene influencia de estudiantes de Cañar, Loja, Morona Santiago, e incluso de la Costa. “En las carreras de ciencias de la Salud, cerca del 30 por ciento de estudiantes son de la Costa”, explica Pozo. Representa una alternativa frente a la fuerte demanda en la provincia del Guayas o El Oro.