Que Jorge Glas es el Julian Assange ecuatoriano. Que el exvicepresidente está secuestrado y ha sido torturado. Que su único error fue construir un parque recreativo en una zona devastada por el terremoto de 2016, en la Costa ecuatoriana. Son apenas tres de los mensajes que los medios oficialistas rusos han difundido desde inicios de abril.
La intencionalidad es evidente: posicionar a Glas como víctima de persecusión política.
Las cadenas rusas Sputnik y RT publicaron 42 y 52 notas, respectivamente, sobe la detención del exvicepresidente Jorge Glas, durante una incursión de la fuerza pública en la sede de la embajada de México en Quito.
En línea con la narrativa de los gobiernos de la marea rosa (identificados con el socialismo del siglo XXI en la región), el mensaje es uno solo: la incursión ecuatoriana violó el territorio mexicano y además atenta contra las normas de derecho internacional.
RT cubrió el tema a profundidad. Por ejemplo, solo el 12 de abril se publicaron en su sitio web ocho notas y cinco el día anterior. El día con más publicaciones fue el 16 de abril, cuando salieron 11 noticias en la página web.
En esa jornada hubo abundante material. El presidente colombiano Gustavo Petro decidió suspender un gabinete bilateral agendado con Ecuador para el 25 de abril, en medio de la tensión entre el país y México. La decisión se dio a la par de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que generó gran expectativa en torno a lo ocurrido en Quito.
Por ello, también tomó protagonismo en el sitio de RT el discurso de Nicolás Maduro, afín al de la Revolución Ciudadana. Se destacó, por ejemplo, la acusación que hizo en contra de los Estados Unidos, país al que señaló por supuestamente haber apoyado “el asalto” a la Embajada de México en Ecuador.
Ese mismo día, el presidente venezolano ordenó cerrar todas las sedes diplomáticas de su país en Ecuador y los ciudadanos de ese país que buscaban regularizar su situación migratoria o que requieren renovar sus documentos se quedaron en el aire. También está registrada la llamada a consultas del gobierno hondureño a su encargada de Negocios en Ecuador y la condena que los presidentes de la CELAC resolvieron sobre la decisión de Ecuador de incursionar en la embajada de México, en Quito.
Es notorio que en los titulares de RT se destacan las declaraciones y pedidos de sanciones de Maduro, Petro y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, pero omite detalles importantes como que solo diez de los 33 países miembros participaron de la reunión y emitieron el pronunciamiento. El video de RT de la nota titulada “CELAC reprueba el asalto a la Embajada de México y exige a Quito otorgar salvoconducto a Jorge Glas”, del 17 de abril, comienza con una claqueta que reza: “condena al unísono”. Además, la presentadora usa palabras como “unánime”. Las tomas son de Telesur.
En Sputnik la tónica es similar, pues también el 16 de abril es el día con mayor cantidad de notas, pues se subieron 10. En cambio, el 11 de abril emitió seis publicaciones. Ese día, México puso la demanda en contra de Ecuador ante la Corte Internacional Penal de la Haya y los contenidos detallan este proceso. También reportó una reunión que mantuvieron los presidentes Petro y Maduro, en la que hablaron de la necesidad de mantener unidas a Colombia y Venezuela, pero también mencionaron el tema de Jorge Glas y reiteraron su condena. Su postura fue exigir a Ecuador la restitución del asilo político para el político que tiene sentencias pendientes.
Sputnik resalta al menos dos notas analíticas. La primera, publicada el 12 de abril, se titula: “Una estrecha relación que quedó en el pasado: así fue el vínculo entre México y Ecuador” y hace un recuento histórico de las relaciones bilaterales entre ambos países, que se remonta dos siglos atrás. El segundo es del 13 de abril, bajo el título “El camino de espinas económicas que le esperaría a Ecuador por su crisis con México” y habla sobre las posible implicaciones económicas para el país luego de detener a Glas en territorio mexicano, además de que podría “comprometer su capacidad para cerrar acuerdos comerciales o integrarse a foros internacionales en el futuro”, de acuerdo con un experto en relaciones internacionales.
RT incluye entre el 11 y el 19 de abril los pronunciamientos del Grupo de Puebla, afín a la corriente política e ideológica del correísmo, con sus notas: “Grupo de Puebla insta a exigir un salvoconducto para exvicepresidente Jorge Glas” y “El Grupo de Puebla propone una misión humanitaria para verificar el estado de salud de Jorge Glas”.
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Las opiniones del expresidente Rafael Correa son constantemente citadas en las notas que Sputnik y RT publican sobre Ecuador y sobre la región. El caso de Glas no podía ser la excepción. En Sputnik se publicó la nota “El expresidente de Ecuador expone los delitos cometidos en la captura y el encarcelamiento de Glas”, basada en un post de su cuenta de la red social X.
En este texto se cita lo que el político que vive en el exterior para evitar sus condenas en Ecuador publicó sobre el caso. Según él, en contra de su excompañero de fórmula se habrían cometido delitos contra el derecho internacional humanitario, tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes; ataque a bienes protegidos; privación de libertad a persona protegida, entre otros.
En RT se difundió la nota “Correa reacciona a demanda de México y advierte que Noboa "está llevando al precipicio" a Ecuador”, tras conocerse que México había demandado a Ecuador ante la Corte Internacional Final, con su muletilla usual “los corruptos siempre fueron ellos”. La publicación en X es tan corta que la nota en X apenas ocupa tres párrafos.
La opinión de Correa vuelve a merecer cinco párrafos en RT cuando reclamó porque la Fiscalía ordenó explotar los celulares y la tablet que Glas tenía en el lugar donde fue encontrado dentro de la residencia de la Embajada de México en Ecuador. Esa decisión despertó el enojo del líder de la Revolución Ciudadana, quien fue citado en RT así: “El expresidente ecuatoriano Rafael Correa ha denunciado este domingo que la Fiscalía del país andino ‘ha ordenado explotación pericial de los celulares y tableta de Jorge Glas, pese a que fueron obtenidos ilegalmente’ tras su detención en la Embajada de México en Quito el pasado 5 de abril. "Lo harán, ya que estamos en el país del quechu... Pero, ¿por qué el apuro? Fácil: buscan crear un nuevo 'escándalo' antes de la consulta del 21 de abril. ¡A estar preparados y no olvidar los 'escándalos' que inventaron en anteriores elecciones!", alertó Correa a través de X”.
Aunque durante su Gobierno Correa y su equipo criticaban al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, a partir de varios casos legales en contra de los miembros de la Revolución Ciudadana y ahora, tras la detención de Glas en la Embajada de México se han volcado a solicitar ayuda de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de organismos como la ONU y la OEA.
Todo empezó tras la incursión a la Embajada y ha ido escalando. Los pedidos han tenido eco en los medios rusos con notas como: “Me querían hacer más daño: Jorge Glas asegura que sufrió tortura en Ecuador”, que incluye el relato del exvicepresidente sobre haber sido tratado como “una vaca”. Esta nota incluye un post de X de Radio Pichincha, una de las fuentes recurrentes en Ecuador de las cadenas rusas.
Sputnik también difundió el 16 de abril una nota donde asegura que Glas permaneció diez días incomunicado y cita a una abogada de Glas quien señalaba que el político estuvo “secuestrado, y siempre bajo vigilancia militar”. Luego, el 7 de mayo, la cadena publica una nueva nota donde cuenta que la defensa de Glas acudió a la CIDH y a la ONU para que aboguen por la liberación de Glas y para que se le otorgue un salvoconducto que le permita salir de Ecuador de forma segura, repitiendo el argumento de que estaría secuestrado y de que habría sido “víctima de gravísimos maltratos”.
A diferencia de RT, Sputnik solo incluye en el texto la denuncia que Norma Espinel, madre de Glas, puso en conta del presidente Daniel Noboa y de la ministra del Interior, Mónica Palencia, entre otras autoridades, por varios delitos en contra de su hijo, incluyendo una supuesta “desaparición forzada”. RT, en cambio, publicó una nota del 6 de mayo cuyo título incluía esta denuncia de Espinel.
Esa cadena fue reiterativa en estas publicaciones, pues el 7 de mayo sacó otra nota con el título “Piden a la ONU que abogue por la libertad de Jorge Glas” y el 8 de mayo una más, con el titular: “Abogado: Esperamos pronunciamiento de la ONU ante denuncia de ilegalidad en la detención de Glas”
Por otro lado, el 12 de abril en ese mismo medio se difundió “Ciudadanos exigen la liberación de Glas mientras se realiza audiencia de 'habeas corpus' a su favor” y en video se habla de ilegalidad de la detención y pedidos de renuncia a Daniel Noboa. No es usual que en una cadena internacional se difundan protestas cuando no son multitudinarias o se desenvuelven sin mayores novedades. Las imágenes fueron tomadas del medio digital Only Panas y el reporte se hace desde México.
El 18 y 19 de abril, Sputnik y RT, respectivamente, publicaron la denuncia sobre su situación que Jorge Glas hizo, a través de cartas escritas a mano, a los presidentes López Obrado, Petro y Luiz Inácio Lula da Silva. En ellas, él habla de una “persecución brutal” y de estar recluido en la “peor cárcel”, por lo que les pidió ayuda.
Un reporte de Sputnik fue más allá y publicó una nota en la cual lo califica como el Julian Assange ecuatoriano. Se basa en entrevistas según las cuales Jorge Glas es un trofeo, fue vicepresidente con el correísmo durante diez años y representa a un gobierno de izquierda que hizo mucho por su país.
“Glas era vicepresidente, en Ecuador, tuvimos un terremoto, un grave evento, él guió los esfuerzos de reconstrucción en la provincia donde el efecto fue mayor. Él construyó un parque que no existía previamente. Y eso, según la Fiscalía general, es corrupción. Glas fue acusado de corrupción y sobornos relacionados con esos esfuerzos de reconstrucción”. En esta narrativa victimizante, fiscales atribuyeron a Glas delitos relacionados con sobornos de una constructora brasileña (la nota no nombra a Odebrecht), y la justicia lo sentenció, según este relato falso, en forma injusta.