El cuerpo del sacerdote Enrique Arcos Sevilla fue hallado sin vida en el sector de Panzaleo, en Salcedo (Cotopaxi), según informó la Fiscalía el domingo 3 de noviembre de 2024.
La información preliminar indica que el cuerpo de Arcos presentaba signos de violencia; fue encontrado en la carretera, con las manos atadas. Las autoridades trasladaron el cadáver a la morgue local, donde se le realizará una autopsia para determinar la causa exacta de su muerte.
Enrique Arcos Sevilla, de 53 años, había sido reportado como desaparecido cinco días antes, el miércoles 30 de octubre, en la ciudadela Cristóbal Colón de Ambato. Ante este hecho, la Policía efectuó cerca de una veintena de allanamientos y continúa la búsqueda del vehículo en el que el sacerdote se movilizaba.
Arcos tenía 26 años de servicio pastoral, y su último período de trabajo lo desempeñó en la parroquia San Roque de Huachi Chico, ubicada en el sur de Ambato.
La comunidad religiosa que conocía a Arcos expresó su consternación e indignación en redes sociales por su muerte violenta.
“Oremos por su eterno descanso y que sus seres queridos encuentren consuelo en la fe”, escribió César Piechestein, miembro de la comunidad religiosa, lamentando el desenlace de Arcos.