En Ecuador el desempleo ha ido aumentando los últimos meses, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). En diciembre del 2023, la tasa fue de 3,4%, un mes después subió a 3,9% y hasta febrero del 2024 incrementó a 4,2% a nivel nacional.
Mientras tanto, de la población que tiene una ocupación (asalariados, independientes y no remunerados), solo el 33,9% cuenta con empleo adecuado/pleno y el resto permanecen en el subempleo u otras formas irregulares.
Ante este panorama, Daniel Noboa propone flexibilizar la contratación laboral con contratos a plazo fijo y por horas, modalidades que actualmente no contempla la Constitución y con la que el Gobierno piensa que puede aumentar el porcentaje del mercado formal.
“¿Está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República y reformar el Código de Trabajo para el contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, cuando se celebre por primera vez entre el mismo empleador y trabajador, sin afectar los derechos adquiridos de los trabajadores, de acuerdo con el Anexo 4?”, dice el apartado E de la Consulta Popular de este domingo.
El anexo menciona que en caso de ganar el sí en este cuestionamiento, se añadirá lo antes expuesto en el artículo 327 de la carta magna y se hará un cambio en el artículo 14 del Código del Trabajo, que quedaría así:
“El contrato individual de trabajo a tiempo indefinido es la modalidad típica de la contratación laboral estable o permanente, su extinción se producirá únicamente por las causas y los procedimientos establecidos en este Código”.
Se exceptúan de lo dispuesto en el inciso anterior: los contratos a plazo fijo, contratos por horas, los contratos por obra cierta, que no sean habituales en la actividad de la empresa o empleador, los contratos eventuales, ocasionales y de temporada, los de aprendizaje y los demás que determine la ley.
En el plazo de 30 días el Ministerio del Trabajo emitirá los Acuerdos Ministeriales que regularán los contratos a plazo fijo y por horas.
Aunque el objetivo del Gobierno es que se apruebe el trabajo por horas, Noboa no siempre pensó así. De hecho, en una entrevista con Vistazo mencionó que el contrato por horas es regresión de derechos porque en ese momento no constaba en la Constitución. “No se puede hacer”, reiteró.
Doris Ávila, vicepresidenta del Instituto Ecuatoriano de Derecho Laboral, menciona que los contratos de trabajo a plazo fijo y por horas ayudarían a reducir la informalidad laboral.
Explica, por ejemplo, que existen empresas que requieren personal por temporadas o solo para fines de semana. Ahí es donde entraría esta nueva modalidad de contratos, que como dice la pregunta de la Consulta Popular, no deben afectar los derechos de los trabajadores. Por lo tanto, sí tendrían acceso a la seguridad social.
“Los beneficios para el trabajador son: ingresos, formalidad y seguridad, lo que se llama flexiseguridad, flexibilidad en la manera de contratar y seguridad”, argumenta la abogada.
Por otro lado, hay incertidumbre en los empleados contratados bajo la modalidad típica (indefinido) porque se cree que podrían ser despedidos para luego volverlos a contratar por horas.
Sin embargo, Doris Ávila dice que eso no sería posible porque los empleadores tendrían que pagar “indemnizaciones extremadamente elevadas e incrementar el número de trabajadores”. Además, de acuerdo a su experiencia, los jefes “no quieren rotación de personal, sino talento humano estable”.
Recalca que la pregunta es clara al decir que los contratos por hora deben ejecutarse por primera vez entre un empleador y un trabajador. Entonces, no se podría despedir y luego acordar otra modalidad de empleo, según Ávila.
Mientras tanto, Vanessa Velásquez, experta en derecho laboral, también piensa que es momento de dinamizar la forma de contratación en el Ecuador, “porque no podemos seguir siendo un país que esté alejado de la regulación laboral en el mundo”.
Ejemplifica con los casos de Colombia y Perú que son más competitivos porque tienen una modalidad de contratación parecida a la que propone Noboa. Sin embargo, cree que se debió informar el contenido de los acuerdos ministeriales que se realizarán en caso de ganar el sí.
Velásquez resalta que en el contrato por horas no hay estabilidad, es decir, que no se podrá pedir algún monto por desahucio o despido “porque en el valor ahora me están pagando todo”. Justamente por eso esta idea beneficiaría a estudiantes que quieren conseguir un trabajo por un tiempo limitado o empresas que necesiten contratar gente por temporadas.
Pablo Serrano, vicepresidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), recuerda que en Ecuador ya existió el empleo por horas en los gobiernos de Gustavo Noboa y Lucio Gutiérrez. En esa época, el costo de la hora de trabajo era de 0,50 centavos.
“Eso no dio resultado, no generó trabajo, y desde ese momento nos quedamos con un precedente nefasto sobre esa modalidad contractual”, afirma el dirigente gremial, quien cuestiona la incertidumbre que hay alrededor del costo de la hora laboral.
De acuerdo a las últimas declaraciones de la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, el costo de la hora arrancaría con 7,80 dólares. Este valor se calculará dividiendo el salario básico por 160 horas efectivas, más los beneficios de ley. Además, dependerá de las tablas sectoriales de cada profesión, por lo que una persona podría cobrar hasta 12,99 la hora, según el Gobierno.
No obstante, el representante del FUT no cree en esos valores porque la ministra ha cambiado los números conforme avanza el tiempo para la Consulta Popular. Además, teme que muchas empresas opten por despedir trabajadores para contratarlos por horas.
“Hemos tenido casos en los que las compañías solo cambian el nombre o la razón social, pero siguen siendo la misma empresa, así ya pueden contratar por primera vez como dice la pregunta”, agrega Serrano.
Por su parte, Natasha Rojas, coordinadora nacional de Unidad Popular, dice que “esta modalidad de trabajo constituye una esclavitud moderna porque se van a pagar sueldos irrisorios”.
“Los ciudadanos podrían trabajar máximo tres horas por día porque cuatro horas ya sería un contrato a medio tiempo y ganarían aproximadamente 120 dólares al mes, eso no es dignidad”, indica Rojas, quien ve inconsistencias en el discurso del Gobierno.
Además, señala que decir sí en esta pregunta de la Consulta Popular es darle un cheque en blanco al Gobierno, toda vez que la ministra de Trabajo no ha dado una cifra clara de cuánto costaría la hora laboral.
A pocos días de que los ecuatorianos acudan a las urnas, estas son las opiniones a favor, de quienes ven una oportunidad de generar más empleo, y en contra, de quienes creen que va a precarizar aún más el mercado laboral. Esta es, quizá, la pregunta que más debate ha generado para la consulta popular.