La reunión del Gobierno y el movimiento indígena terminó este miércoles sin acuerdos concretos, pero con avances en varios temas, y las partes volverán a reunirse dentro de 15 días, cuando el Ejecutivo dé respuesta al pedido para bajar los precios de los combustibles.
En una declaración en el Palacio de Gobierno en Quito, sede de la reunión, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, dijo que llegaron a acuerdos en tres puntos de los seis que plantearon y en los demás hay avances.
“Sobre los combustibles el Gobierno Nacional revisará de manera interna lo que se puede trabajar, en este sentido nosotros aspiramos que en 15 días tengamos una respuesta”, indicó Iza, quien agregó que trasladará a las bases del movimiento a sus territorios para realizar asambleas permanentes.
Pero el líder indígena reiteró que “no hay acuerdo mientras no se resuelva el problema de los combustibles”.
La Conaie puso sobre la mesa seis puntos: que los precios de las gasolinas no se incrementen, la moratoria en el tema financiero, los precios de los productos campesinos, la minería, la flexibilización y precarización laboral y la aplicación de los 21 derechos colectivos.
La propuesta del movimiento indígena es que el galón de diésel se quede en 1,50 y la extra y ecopaís en 2,10. Actualmente, la primera se comercializa en 1,90 y la segunda en 2,55.
Por su parte, la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, dijo que tienen todavía una diferencia de opinión en algunos puntos y que en el tema de los combustibles deben hacer una revisión interna.
“Manejaremos un mecanismo de diálogo para llegar a una definición de estos temas en un lapso de dos o tres semanas”.
Horas antes, el presidente Guillermo Lasso subrayó que el país vive una crisis "económica, sanitaria, moral, y que por lo tanto, todos debemos hacer un esfuerzo por contribuir a que, en un ambiente de paz, de tranquilidad, podamos salir de esta crisis y lograr prosperidad del pueblo ecuatoriano".
"Es importante reconocernos todos como ciudadanos de un mismo país, como ecuatorianos, como seres humanos, como hermanos en el interés de lograr el bien común de nuestra nación", dijo el gobernante.
Y comentó que Ecuador es un "país pequeño y pobre, al que le ha costado mucho esfuerzo construir el patrimonio común, el patrimonio publico, de propiedad del pueblo ecuatoriano".
En función de eso -añadió- el dialogo y la resolución de diferencias en un ambiente de paz y tranquilidad es fundamental "y no exponer el patrimonio público y privado a la violencia o actos que puedan poner en peligro la vida, salud de los ecuatorianos y el fruto de su trabajo diario y bien ganado".
"No creo que el camino sea la violencia", recalcó el gobernante al presidir la mesa de diálogo en la que se encontraba varios líderes sindicales.