En el quinto día de protestas indígenas a nivel nacional, el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, solicitó al ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, el reforzamiento de la seguridad en la capital ecuatoriana, y si es posible, declarar un estado de excepción.
“Solicitaré al ministro de Gobierno para que se refuerce a la ciudad y se ponga a disposición todo el personal de las fuerzas de orden y si se lo amerita que se declare el estado de excepción en el Distrito Metropolitano de Quito”, señaló el alcalde.
Este viernes, humaredas negras provocadas por neumáticos incendiados por manifestantes se elevaban sobre la "Ruta Viva", una de las vías hacia el aeropuerto internacional de Quito, que mantiene activas sus operaciones.
Guarderas también manifestó que, desde el inicio de las manifestaciones suscitadas a nivel nacional, la municipalidad ha puesto a disposición todo su contingente operativo.
“Más de 6 mil funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control, Agencia Metropolitana de Tránsito, Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, Emaseo EP, Cuerpo de Bomberos y maquinaria, hemos prestado nuestro apoyo para garantizar los servicios básicos”, dijo el alcalde.
De igual manera, confirmó que está habilitado el transporte municipal, los mercados están abastecidos, el servicio de agua potable no se ha paralizado y la limpieza en las vías es permanente.
Estas declaraciones fueron vertidas luego de una reunión en el Palacio de Carondelet con la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME) y el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, con el fin de proponer un diálogo con las organizaciones sociales e indígenas.