En las últimas horas, varios asambleístas, entre ellos los de UNES, hicieron público su interés de apoyar la muerte cruzada y de poner su cargo a disposición del pueblo. En respuesta a esa postura, el legislador Fernando Villavicencio solicitó al presidente del Parlamento que certifique si alguno ya renunció.
"Espero que no haya sido renuncia con piola", indicó Villavicencio.
Al momento, la respuesta del secretario general de la Asamblea Nacional, compartida por Villavicencio, confirma que ningún asambleísta ha formalizado su renuncia.
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Incluso, la legisladora de CREO, Ana Belén Cordero, fue más allá. Ella solicitó a Diana Atamaint, presidenta del CNE, que "dadas las renuncias públicas de los 47 asambleístas de UNES me haga llegar el listado de los asambleístas alternos que nos acompañarán en el Parlamento".
Aunque las renuncias no se hayan presentado por escrito, el Pleno de la Asamblea sí podría tratar ese tema. Hay un antecedente. Pablo Santillán, quien fue asesor legislativo, recordó que el Pleno del Congreso Nacional aceptó las renuncias públicas de los diputados Paco Moncayo y René Yandún con 80 votos. Eso ocurrió el 25 de enero de 2000.
Luego ese caso fue llevado a la justicia. El jurista Roberto López, quien representó al Legislativo, señaló que en el juicio se confirmó la separación de los dos diputados por esa renuncia pública.
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