“Lo que le correspondía al Ecuador era darme el salvoconducto, pero en vista de que se negó, no me quedó otra alternativa que abandonar la embajada y buscar mi propia salida”, manifestó Duarte en una charla vía telemática.
Recordó que, previamente, los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Ecuador, Guillermo Lasso, conversaron en varias ocasiones sobre el asilo. Según la exfuncionaria, el mandatario ecuatoriano habría prometido “buscar la forma” para dejarla salir, sin necesidad del asilo.
Pasaron los meses y nada se concretaba, por lo que Argentina siguió el proceso en beneficio de la involucrada en el caso ‘Sobornos 2012-2016’.
En diciembre del año pasado, Ecuador negó el salvoconducto para que Duarte salga del país, así que Argentina pidió medidas cautelares en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sin embargo, la exministra dice que se enteró que la persona encargada de esos asuntos en la comisión “era de derecha e iba a hacer lo posible por no contestar o retrasar la respuesta”.
A esto se suma que ella era “la única rehén política” que le quedaba al gobierno de Lasso, así que menciona que se vio “acorralada”.
“Yo pensé, yo soy la única rehén que queda. Los otros miembros del gobierno de Rafael Correa ya tenían su prelibertad (...) solo quedaba yo y pensé si no me muevo ahora, luego será mucho más complicado”, aseguró.
Duarte especificó que no vivía exactamente en la Embajada de Argentina en Quito, sino en la residencia diplomática. “No fue una cárcel, pero sí una jaula de oro”, aseveró la exfuncionaria, quien habitaba la finca junto a su hijo.
Contó que recibía visitas familiares, pero no podía salir a la calle porque había un vehículo de la Policía esperando que cruce el portal para llevarla a una cárcel.
Aunque calificó la custodia policial como “ridícula”, pues los agentes ecuatorianos pasaban en sus celulares. “No estaban como chispas, pendientes. No revisaban los carros que entraban y salían, no había ningún control”.
Lea también: Ecuador asegura que Argentina se opone a entregar vídeos del caso Duarte
La noticia sobre la fuga de Duarte salió a la luz el lunes, 13 de marzo, pero ella reveló que huyó del país el viernes, 10 de marzo. Aprovechó ese día porque era cuando menos personal acudía a la embajada de Argentina en Quito.
“Salir del Ecuador no es complicado para nada, no hay ningún control en la frontera, fue muy sencillo”, destacó la exministra de Transporte y Obras Públicas, quien no reveló mayores detalles sobre las personas que la ayudaron a escapar.
Pero recalcó que huyó por sus propios medios y que no recibió apoyo ni de Argentina ni de Venezuela, nación en la que se encuentra actualmente.
“Recibí ayuda externa, no puedo comentar cómo, pero no fue por parte de la República Argentina porque yo quise mantenerlos al margen justamente para que no haya un conflicto diplomático”.
Agregó que viajó a Venezuela por logística, ya que no podía tomar un vuelo comercial desde otros países.
Lea también: María de los Ángeles Duarte se fugó de la Embajada de Argentina en Quito
La ministra del correísmo también afirmó que al no haber ingresado a la Embajada de Argentina en Caracas, cuando llegó a ese país, el asilo diplomático ya no estaría vigente y manifestó que tampoco quiere obtener ese beneficio.
“El asilo que yo recibí fue para estar en una delegación diplomática, para poder continuar con ese asilo tendría que volverme a asilar en la embajada de acá, que no es mi deseo por el momento. El asilo para delegación no aplicaría para mi situación actual”, señaló.
Duarte fue condenada en 2020 junto a Rafel Correa a ocho años de cárcel por cohecho como parte del caso ‘Sobornos 2012-2016’, una trama de financiación irregular del entonces movimiento oficialista Alianza País, liderado por el expresidente, con aportes indebidos de empresas que no fueron declarados.
En la entrevista con Telesur, la exfuncionaria negó nuevamente las acusaciones. Dice que la acusan de “haber dado contratos a dedo, cuando todos los contratos que se firmaban cuando era ministra fueron firmados con licitación pública”.
Además, se califica como víctima de la persecución política “más brutal, inicua y terrible” que hay registros en el Ecuador.
Lea también: Ecuador y Argentina en crisis diplomática por fuga de Duarte: Embajadores fueron declarados personas no gratas