El exgerente de Petroecuador, Álex Bravo, salió en libertad tras permanecer en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas durante cinco años. Eso sí, bajo un beneficio de régimen semiabierto y sin pagar completamente el dinero robado durante su gestión.
El pasado 2 de septiembre, el juez José Guzmán firmó su boleta de libertad bajo el paraguas del régimen semiabierto. Según dispone el Código Orgánico Integral Penal (COIP), para lograr este recurso, el reo debe cumplir el 60% de la pena.
En junio de este año se realizó un nuevo cómputo de las sentencias y se determinó que Bravo debía cumplir 100 meses de cárcel, no 140, como se estipulaba en un principio.
El exfuncionario estaba detenido desde mayo del 2017 por lo que el requisito se cumplió en mayo del 2022.
En principio, Bravo tenía cuatro sentencias que sumaban 12 años de prisión por varios delitos: cohecho (5 años), tráfico de influencias (3 años y tres meses), enriquecimiento ilícito (3 años y cuatro meses) e ingreso de objetos prohibidos a la cárcel (6 meses más).
Según reporta Ecuavisa, un informe de la Fiscalía de Panamá emitido a su par en Ecuador en el 2016, en una cuenta de Helm Bank, Bravo recibió depósitos por 13 millones 300 mil dólares realizados por contratistas de la repotenciación de la refinería de Esmeraldas.
El tribunal de Pichincha que había sentenció a Bravo por cohecho, ordenó que debía pagar 50 millones de dólares por reparación y pena pecuniaria.
No obstante, la Procuraduría solo logró recuperar 120 mil dólares en bienes y 37 mil en efectivo.
Por el momento, el exgerente de Petroecuador en el Gobierno de Correa tendrá que presentarse todos los sábados en la cárcel de Santo Domingo hasta cumplir la totalidad de su sentencia.
Además, el juez dispuso que resida en un domicilio previamente acordado, llevar un grillete electrónico, no podrá salir del país y para movilizarse a otras provincias tendrá que informar a las autoridades.
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