Exclusiva con Iván Correa, el brazo derecho del presidente Lasso: "la transparencia no se negocia"
Iván Correa conoció a Guillermo Lasso en una entrevista de trabajo, cuando tenía 28 años, a inicios de 1993.
Su despacho tiene puertas de vidrio. No es un tema menor, es una señal de transparencia. El secretario general de Administración, Iván Correa Calderón, concede a Vistazo la primera entrevista a un medio de comunicación, desde que inició el gobierno de Guillermo Lasso.
Un cuadro de Abdón Calderón resalta en una de las paredes de la oficina de muebles de color claro, a pocos metros del despacho presidencial. Cursó en la escuela que lleva el nombre del héroe de la independencia. Sus estudios secundarios los siguió en el colegio Javier, dirigido por los jesuitas. Se especializó en Finanzas en South Florida (EEUU) y trabajó para ese sector al volver al país.
A Guillermo Lasso lo conoció en una entrevista de trabajo, cuando tenía 28 años, a inicios de 1993. Hoy lo acompaña como secretario general de la Administración. A los 56 años debuta en el sector público.
Es uno de los impulsores del decreto que contiene las normas de comportamiento ético gubernamental, un documento de 15 páginas que fija parámetros para el desempeño de los funcionarios. El día de la posesión gubernamental, éste fue el cuarto decreto que firmó el presidente Lasso.
Por estos días, los funcionarios públicos deben declarar su tienen familiares en el sector. Eso, para evitar conflictos de intereses. “Defendemos la transparencia, no se negocia”.
La apertura al encuentro, señala, es una de las características de este tiempo político. “Todos estamos en el mismo barco, todos con la intención de salir adelante, y cada quien la impulsa de acuerdo con su modo de ver la vida, pero el Presidente tiene un mandato que el pueblo le ha entregado. Siguiendo este mandato, él va a seguir conversando con todos”.
Define su cargo como una instancia de coordinación entre ministerios, secretarías y funciones. “Es un cargo que busca, sobre todo, que la visión del gobierno y del presidente continúe, se mantenga, se ejecute”.
Aunque él no lo admite, es el hombre que habla al oído del Presidente. Aclara sin embargo que, “Guillermo no necesita una instancia intermedia, nunca la ha necesitado, su equipo lo conforma el gabinete, todos los ministros tienen acceso directo al presidente, y él igual, ése es su estilo, él es un ejecutor”.
Asegura que el tema seguridad está en la agenda, “casi semanalmente se tratan temas en reuniones del consejo de seguridad del Estado, Cosepe. Se buscan acciones con una mirada integral, contra la criminalidad de todo tipo”.
Resalta que la prioridad al combate a la desnutrición infantil queda en evidencia con la creación de una entidad con rango de ministerio, que debe concretar metas.
“El presidente tiene posiciones frente a temas, está llamado a que la Constitución rija, él la va a defender y la va a hacer respetar, él tiene sus valores y creencias como todos, no las oculta pero no las va a imponer, no tiene por qué, no cree que deba, tampoco”.
La política marcó a su familia. El hermano de su abuela materna fue Abdón Calderón Muñoz, asesinado en 1978, durante la dictadura militar, mediante disparos por arma de fuego. “Fue un momento muy duro para la familia, mi tío Abdón aglutinaba a todos”. Calderón Muñoz fue candidato presidencial en las elecciones que marcarían el regreso a la democracia. Se postuló por el Frente Radical Alfarista (FRA).
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