El presidente Guillermo Lasso anunció este martes el éxito en las negociaciones de un tratado de libre comercio (TLC) con China.
"Buenas noticias para iniciar el 2023. La negociación del TLC entre China y Ecuador ha concluido exitosamente", publicó en Twitter el mandatario, que también busca un acuerdo similar con Estados Unidos.
"Nuestras exportaciones tendrán acceso preferencial al mayor mercado del mundo, nuestras industrias podrán adquirir maquinaria e insumos a menores costos", agregó.
Las negociaciones para este acuerdo, que se firmará una vez cumplimentadas las formalidades, comenzaron en febrero de 2022 durante una visita de Lasso a China en ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.
China es uno de los principales socios comerciales de Ecuador, con un volumen bilateral de más de 10.000 millones de dólares en 2022.
En el primer semestre del pasado año, China fue el primer socio comercial no petrolero del país, según el Ministerio de Producción ecuatoriano.
El acuerdo debe impulsar las exportaciones de camarón, banano, flores, cacao o café, pero también de "productos no tradicionales como pitahaya, piña, mango, arándanos, quínua, alimentos procesados, frutas frescas y en conserva", indicó el ministerio.
El gobierno confía que el tratado incremente en 1.000 millones de dólares suplementarios las exportaciones, que ya habían crecido con fuerza el año anterior.
Según datos del Banco Central, las ventas ecuatorianas a China aumentaron de 4.075 millones de dólares en 2021 a 5.005 millones de enero a octubre de 2022, y las importaciones crecieron de 5.092 a 5.381 millones.
En su comunicado, el ministerio dice que el acuerdo atiende "las sensibilidades en los sectores agrícola e industrial" ecuatorianos y establece "un importante número de exclusiones, particularmente en el ámbito de manufactura".
Pero también permite "el acceso sin aranceles de materias primas, insumos, herramientas y equipos", lo que "reduce los costos de producción para la industria ecuatoriana".
En septiembre, el gobierno de Lasso consiguió ampliar los plazos de pago y bajar las tasas de interés de deudas con dos bancos chinos por 3.227 millones de dólares.
En los últimos años, China amplió su influencia en América Latina a través de inversiones y comercio.
El gigante asiático dispone de tratados de libre comercio con Perú, Costa Rica y Chile y negocia otros acuerdos con Uruguay y El Salvador.