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La debacle del Partido Social Cristiano: ¿Cómo lo dejan las derrotas en Guayaquil y Guayas?

domingo, 26 febrero 2023 - 12:01
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Desde el retorno a la democracia (1979), el Partido Social Cristiano no había sido visto como perdedor de un evento electoral, ni siquiera las dos veces que perdió la Presidencia en segunda vuelta. Pero en 2023 han perdido en Guayaquil, su cuartel general y eso ha sido como un terremoto para el partido más antiguo del país.

Desde hacía 31 años, por siete veces seguidas, el Partido Social Cristiano (PSC) había ganado la Alcaldía de Guayaquil y siempre con más del 50 por ciento de la votación. Pero el 5 de febrero de 2023 los guayaquileños pensaron diferente. Esa noche, en el cuartel general del PSC, el Centro de Convenciones de Guayaquil, reinaba la devastación, el desconsuelo, la incertidumbre. Las cifras que lentamente llegaban desde el Consejo Nacional Electoral, apenas alcanzaban el 30 por ciento.

Eso nunca había pasado. Pero no solo en Guayaquil se estaba perdiendo, también la Prefectura del Guayas y otras alcaldías en ciudades importantes. Al final, miembros del equipo de prensa salieron a decir que esa noche no habría declaración alguna de los líderes del partido, ni para reconocer la derrota. Más de un tercio del capital político tradicional se había esfumado en cuatro años. ¿Qué pasó? ¿Es el principio del fin del PSC?

$!Susana González aspiró a ganar por primera vez el cargo de Prefecta del Guayas. Su eslogan sobre el dragado se convirtió en arma de doble filo.

El más antiguo

De las agrupaciones políticas nacionales inscritas en el Consejo Nacional Electoral (CNE), el PSC es la más antigua. Ha superado los 70 años de ininterrumpida presencia en el tablero electoral. Dos veces ha llegado a la Presidencia de la República (1984 y 2021) y cuatro veces ha disputado la segunda vuelta electoral (1984, 1992, 1996 y 2021).

En sus mejores épocas, el PSC llegó a controlar el poder Legislativo y desde allí irradiar su influencia en los otros poderes del Estado. Uno de sus líderes históricos, León Febres-Cordero, fue apodado “el dueño del país” por su peso en la política nacional. En un país donde la mayoría de los partidos políticos nace y muere junto a sus líderes, el PSC ha sido una excepción y está ya dando protagonismo a su cuarta generación.

Las primeras bajas

Tras 19 años como alcalde de Guayaquil y también por impedimento legal, Jaime Nebot debió buscar sucesor. Las más opcionadas eran dos: la entonces vicealcaldesa Doménica Tabacchi y la dos veces candidata a la Presidencia de la República, Cynthia Viteri. Se decantó por la segunda.

En 2019 no hubo un contendiente claramente correísta y el rival más cercano fue Jimmy Jairala de Centro Democrático. Viteri obtuvo algo más del 52 por ciento de los votos, 20 puntos encima de su rival. Ese año, el PSC recuperó espacios a nivel nacional. Uno de ellos fue la Prefectura del Guayas que durante la presidencia de Rafael Correa les fue esquiva. Ganó un candidato muy popular pero que antes había sido cercano al correísmo.

Pero el prefecto Carlos Luis Morales falleció al año de mandato y fue reemplazado por la viceprefecta Susana González. La Prefectura de Los Ríos, más las alcaldías de Durán y Milagro se cuentan entre las más importantes recuperaciones. Un revés hubo en Machala donde la familia Falquez fue derrotada

Los problemas políticos internos al parecer empiezan a raíz de la campaña presidencial de 2021 donde desisten de poner candidato y deciden apoyar a Guillermo Lasso. Tras el triunfo en segunda vuelta, la falta de acuerdo para el control de la Asamblea Nacional rompió la alianza entre CREO y PSC y terminó alejando a dos figuras muy cercanas a Jaime Nebot: Pascual del Cioppo y Henry Cucalón.

Al romperse la alianza, el uno renunció y se marchó como diplomático a Catar, mientras que el otro prefirió alejarse del buró del partido. Hoy es Ministro de Gobierno. Hay quienes consideran que estas fueron dos bajas operativas e ideológicamente importantes.

$!Cynthia Viteri es la última carta de la hegemonía Social Cristiana en la Alcaldía de Guayaquil. Su desgaste dentro del partido la deja en evidencia.

Cambios de estilo

Para el editorialista Jorge Alvear, las otras señales que llevaron al descontento del electorado estarían relacionadas con el cambio de prioridades en la administración de Cynthia Viteri. “Previo a las administraciones de ella, fueron gestiones que se identificaron con la obra pública. Eso generó bastante trabajo a nivel de Guayaquil e hizo mover la economía. Si a eso le sumamos las consecuencias de la pandemia que se produjo cuando ya se había suspendido la obra pública, se afectó directamente los ingresos del guayaquileño. Definitivamente el estilo de la administración se varió totalmente. Y hubo un poco de sordera, pensaría yo, de parte de la señora alcaldesa y, bueno, ahí tenemos las consecuencias”.

En estos cuatro años, la obra pública de Viteri no fue solo cuestionada por su reducción, sino también por su efectividad y su relación costo-beneficio para la ciudad. En medio de la pandemia saltaron las primeras alertas. Durante la emergencia, el hidrolavado de calles y aceras de la ciudad habría sido contratado a precios muy superiores a los que venía pagando el Municipio en años anteriores.

De igual manera se cuestionaron públicamente los gastos en la pintura de paredes a lo largo y ancho de la ciudad con costos aparentemente elevados y con sospechas de apropiación de propiedad intelectual. Por si fuera poco, también llamó la atención el casi millón de dólares gastados en arte urbano paralelo al recorrido de la Aerovía.

En la segunda mitad del mandato, también surgieron denuncias de posible tráfico de tierras con venia municipal, en los alrededores del futuro aeropuerto de Daular y, publicaciones periodísticas que daban cuenta del malestar de algunos contratistas por la demora en los pagos a que tienen derecho. No ha pasado por alto en la ciudadanía, adicionalmente, el retraso, más allá de lo anunciado, en la culminación de algunas obras de regeneración urbana en sectores como Urdesa y la calle Panamá.

Desde el ángulo de la comunicación política, Osvaldo Moreno cree que también influyó el desgaste natural tras tres décadas de administración socialcristiana de la ciudad: “Eso, obviamente, le pasó factura al PSC. Segundo, Cynthia Viteri nunca terminó de construir una impronta que genere la construcción de un liderazgo como los que la antecedieron, León Febres-Cordero y Jaime Nebot. Y tercero, creo yo que el exceso en el uso de ciertas herramientas que si bien es cierto comunican, no proyectaban liderazgo o formalidad”.

¿El final de Nebot?

La derrota del PSC en su principal bastión desató comentarios sobre que esto podría ser el principio del fin del partido otrora hegemónico en la Costa. Pero la política es impredecible y más aún en el Ecuador. Para Carlos Jijón, “Decir terminantemente que es el fin del PSC no me parece correcto. No sabemos lo que vendrá a futuro. No sabemos si el Partido Social Cristiano pueda encontrar otro líder. Lo que sí parece es que está llegando el final de la hegemonía de Jaime Nebot. Pudiera ser que aparezca otro líder en Guayaquil o en Quito, es un partido histórico”.

De su lado Jorge Alvear cree que el partido tiene aún opciones para reposicionarse. “Creo que la candidata que debió estar en la primera elección era doña Doménica Tabacchi. Conociendo su personalidad, su seriedad, su capacidad de trabajo, no se hubiera desviado de esa tradición de la administración que se había replicado por años. ¿Qué quiero decir con esto? Que hay una oportunidad, a lo mejor de pensar en ella para reposicionarse y recuperar los espacios perdidos”.

$!Jaime Nebot, líder del Partido Social Cristiano, fue el primero en reconocer la derrota de Guayaquil. Queda en duda su papel en el futuro.
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