El alcalde de la ciudad portuaria, Aquiles Alvarez, encabezó la reunión, en la cual se abordó de nuevo la propuesta que busca regularizar la instalación de rejas en las calles, práctica que se ha extendido en el marco de una crisis de seguridad sin precedente.
En la sesión, los catorce ediles dieron paso a la ordenanza que establece que los barrios que ya poseen rejas instaladas tendrán un plazo de seis meses para regularizarlas y que los Consejos Barriales interesados en instalarlas deberán presentar una solicitud que evidencie la aprobación del 70% de vecinos involucrados.
La ordenanza estipula que no se privará a nadie del libre acceso. De 06h00 a 20h00 la puerta tendrá que permanecer abierta o bajo cuidado de una persona que sea asignada para manipularla. “Podría ser uno de los gastos en lo que tendrá que incurrir este sector, este barrio, calle, los que decidan poner las rejas”, consideró el edil Raúl Chávez en el primer debate.
“No se trata de cobrar multas; las multas, sanciones, es lo último a lo que queremos llegar; pero, habiendo pasado el periodo de seis meses, pues se ordenará el retiro de puertas y vendrá una sanción económica. No queremos llegar a eso”, consideró el edil Jorge Rodríguez tras la aprobación en segundo debate.
Asimismo, Rodriguez puntualizó que el censo de rejas tendrá que llevarse a cabo dentro de los seis meses de plazo para regularizar las rejas que ya fueron instaladas. Según un conteo de Urvaseo, en la ciudad portuaria hay aproximadamente de 195 rejas.
Aunque la crisis de inseguridad se arrastra desde hace casi tres años, Ecuador tocó fondo en 2023 y terminó con una tasa de muertes violentas superior a los 40 por cada 100.000 habitantes, lo que lo ubica como el país más violento de América Latina.
Y es que en Ecuador casi cada hora muere una persona en un contexto de violencia criminal, con un volumen de 7.497 muertes violentas en el año, sólo hasta el pasado 17 de diciembre.
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La tasa de entre 40 y 42 muertes violentas por cada 100.000 habitantes ubica al otrora país de paz como el más inseguro y violento de toda América Latina, según comentó a la Agencia EFE la especialista en temas de seguridad, Carolina Andrade.
De hecho, en el sector de Nueva Prosperina, un barrio del norte de Guayaquil, la capital de la provincia de Guayas, la tasa llega a 114 por cada 100.000 habitantes, uno de los índices más altos del planeta.