Las claves de la reforma propuesta por el Gobierno se vienen discutiendo desde años atrás. Uno de los principales actores de este debate es el consejero de Gobierno, Aparicio Caicedo.
En su despacho, en Carondelet, a fines de agosto explicó a Vistazo las bases de la reforma tributaria, “para poner orden a las finanzas públicas, lo que significa estabilizar los ingresos y recortar el gasto innecesario, deshacernos del gasto que no genera nada para el ciudadano, que es un foco de despilfarro”
“Hay que solventar distorsiones, hay un excesivo gasto que es imposible cortar de la noche a la mañana, el Estado se hizo adicto a impuestos que son nocivos, el Impuesto a la Salida de Divisas ISD y los aranceles, han generado dependencia fiscal; el fisco se hizo adicto a esos ingresos y debe dejarlos paulatinamente a medida que reduce gastos, eliminando lo superfluo”.
La reforma laboral, asegura, busca imitar los casos de éxito, la visión del empleado y empleador como ocupantes del mismo barco, no como enemigos natos.
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“Llegamos a una fiesta donde se acabó el trago y se acabó la plata, pero llegamos sabiendo que estamos dispuestos a lo que haga falta, a dar la batalla política”.
¿Cómo será la relación con el Legislativo? Ahora, que el Ejecutivo está por enviar la ley para crear oportunidades “vamos a ver si el Legislativo colabora o tenemos 137 demagogos que no comprenden. Esto no quiere decir que no haya diferencias, pero la gente ha confundido estos años la colaboración con el entreguismo político, debe haber un mínimo de acuerdo político”.
Su expectativa: construir las bases de un ecuador próspero, solidario y libre. “Es posible hacerlo”.
Hasta 2011 vivía en España, donde había terminado un doctorado e impartía clases. Pero un hecho cambió todo. Ese año, Guillermo Lasso acudió a dictar una conferencia en la Universidad de Navarra. “Conversamos sobre nuestra visión de la política; iniciamos un proceso de diálogo que duró un año; él me propuso venir al Ecuador como su asesor y yo vine en 2012”.
Colaboró en varias áreas. En 2018 asumió la dirección ejecutiva de Ecuador Libre, el tanque de pensamiento que ha trabajado en dos líneas de acción: fomentar instituciones que fomenten la prosperidad y la paz; y formular insumos para definir lo que hoy es el plan de Gobierno, “Con énfasis para que desde el día uno se tenga y se cumpla el plan de gobierno, ésa es mi función específica”.
¿Por qué decidió dejar todo en España? “Terminé el doctorado en Derecho, daba clases allá y era asesor de la presidencia del Parlamento Vasco; he sido académico visitante en UCLA (Los Ángeles), pero cuando vi el proyecto de Guillermo, vi las ganas de cambiar el país y vi que era posible de concretar; aquí me casé y formé una familia”.
Tiene 42 años. Repasa los logros de los primeros meses de Gobierno, y describe hitos significativos. “Se firmó un decreto por el cual se libera a las aulas del adoctrinamiento; se los libera del control excesivo del estado sobre los contenidos. Basta revisar cualquier libro de texto de los últimos años para darse cuenta que eso era adoctrinamiento, en el Ecuador el Estado imponía una sola idea, cuando debe haber corrientes distintas, siempre y cuando haya nivel académico”.
Otro de los cambios tiene que ver con el impulso a herramientas digitales. “Firmamos un decreto por el cual incentivamos a las operadoras a que inviertan en infraestructura en lugares más pobres del país para tener telemedicina y telesalud”. En esencia, una tasa que pagaban las operadoras se destinaba al Estado y se unía al presupuesto. “Para las empresas ésta es la oportunidad para que ciertas prestaciones en efectivo puedan suplirlas por inversión en infraestructura; así invierten en la gente, invierten para que una comunidad acceda a internet”.
La pandemia, explica, “nos demostró el potencial de internet, que un niño de Alausí o Esmeraldas pueda tener acceso a la misma educación de calidad que un niño de un barrio rico de Guayaquil o de Quito”. El objetivo es aumentar la conectividad.