El Gobierno boliviano informó este sábado que la expresidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, pretendió suicidarse en el penal donde cumple su detención preventiva, pero que ya se encuentra estable.
El ministro de Gobierno , Eduardo del Castillo, manifestó en una conferencia de prensa que en la madrugada de este sábado Áñez intentó "generarse una autolesión" y que presenta algunos "rasguños" en uno de sus brazos. Castillo sostuvo que Áñez está "completamente estable" y que las lesiones que presenta son "superficiales".
Agregó que la exmandataria "tiene todas las condiciones vitales" para cumplir su detención preventiva y que se respetan sus derechos. Áñez, que está detenida en una cárcel en La Paz con problemas de salud como la hipertensión arterial y la depresión, este mes salió del penal para realizarse una serie de pruebas médicas.
UN LLAMADO URGENTE
En tanto, los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005), Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002) expresaron su preocupación por la salud de Áñez a través de una carta firmada por los tres, en la que hacen un llamado urgente al Órgano Judicial y la Fiscalía General del Estado para preservar la integridad física y psicológica de Áñez.
Los tres exmandatarios señalan en la misiva que los informes médicos y las imágenes de la expresidenta evidencian el "deterioro de su salud", por lo que consideran que es "crucial e inaplazable revisar su situación jurídica que le permita defenderse "resguardando su derecho a la salud".
"Mantener a la expresidenta detenida puede traer consecuencias lamentables para ella, su familia y el país", indica la carta que enfatiza en poner los derechos humanos por "encima de cualquier disputa política". "Extendemos nuestra preocupación a los organismos internacionales de Derechos Humanos, y les solicitamos que verifiquen la situación física y emocional de la expresidenta Jeanine Áñez", precisa la carta.
Las últimas semanas Áñez salió del penal de Miraflores en La Paz donde cumple su detención preventiva por el caso denominado "golpe de Estado" para someterse a distintas pruebas médicas en la que varias veces se la vio en silla de ruedas y con dificultades para caminar.
La familia y la defensa de la exmandataria transitoria ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por la salud de Áñez, quien sufre de hipertensión arterial y síndrome ansioso depresivo.
También denunciaron que trasladan a Áñez a sus exámenes médicos sin avisar a la familia o a sus abogados, algo que las autoridades del Régimen Penitenciario han negado.
Los funcionarios del Régimen Penitenciario manifestaron en varias ocasiones que no ponen en riesgo la vida de la exmandataria y que su estado de salud es "estable".
ANTECEDENTES
Áñez lleva más de cinco meses detenida, tras haber sido acusada por delitos como terrorismo, sedición y conspiración en el llamado caso "golpe de Estado" por los sucesos durante la crisis política y social de 2019. Además, en el Parlamento boliviano están otras proposiciones acusatorias en su contra.
La Fiscalía presentó el viernes un requerimiento acusatorio en contra de Áñez para iniciar un juicio de responsabilidades por las muertes en dos regiones en la crisis de 2019, tras las elecciones fallidas de ese año.
Dichos comicios fueron anulados en medio de denuncias de un fraude electoral a favor del entonces presidente Evo Morales, quien por su parte asegura que fue víctima de un "golpe de Estado".
Las bancadas opositoras al Gobierno de Luis Arce enviaron cartas a organismos internacionales para que se respeten los derechos humanos de Áñez y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia pidió que la exmandataria se defienda en libertad.