El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este jueves que se asegurará de que su homólogo ruso, Vladimir Putin, se convierta en "un paria en la escena internacional", y dijo que no tiene "ningún plan" de hablar con él.
"La agresión de Putin contra Ucrania acabará costándole caro a Rusia, económica y estratégicamente. Nos aseguraremos de eso", afirmó Biden en un discurso en la Casa Blanca.
También acordó con sus aliados en el G7, el grupo de las siete grandes potencias mundiales, imponer paquetes de sanciones que serán "devastadoras" para Rusia.
"Acordamos imponer paquetes de sanciones y otras medidas económicas devastadoras para conseguir que Rusia rinda cuentas. Estamos del lado del valiente pueblo de Ucrania", agregó.
Después de la reunión virtual con el G7, en la que Biden participó desde la sala de crisis ("Situation Room") de la Casa Blanca, el grupo emitió un comunicado que suscriben los líderes de Canadá, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, además de Estados Unidos.
Esos dirigentes condenaron la invasión rusa de Ucrania, prometieron a ese país "apoyo y solidaridad inquebrantables" y expresaron su compromiso con la "democracia y sus valores universales comunes".
"Estamos unidos en la determinación de dar respuestas comunes tanto a los desafíos de naturaleza sistémica como a las crisis inmediatas de nuestro tiempo", señala la nota conjunta.
Por otro lado, Joe Biden anunció el envío de nuevas fuerzas militares estadounidenses a Alemania, aunque no especificó el número.
"He autorizado el despliegue de fuerzas adicionales de Estados Unidos en Alemania como parte de la respuesta de la OTAN".