Fue uno de los primeros que comunicó su intención de ser candidato a la Presidencia de la República. Aunque hace más de 20 años vive fuera del país, Luis Felipe Tillería Limongi, de 42 años, asegura que su misión fue preparase académica y profesionalmente para asumir la primera magistratura del Estado. Aunque su nombre parezca uno menos conocidos en la papeleta, saltó a la fama por ser el primer latinoamericano elegido concejal en Londres, Inglaterra en 2022.
Aun así, Tillería reconoce que su trabajo en territorio debe ser arduo debido a que, por su ausencia en dos décadas, debe conectar con el pueblo, del cual dice sentirse identificado. “Yo no tuve oportunidades y tuve que migrar. No quiero que nadie más tenga que migrar”, rememora Tillería.
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Cuando se le consulta por qué un migrante quisiera dejar su vida realizada en Europa por incursionar en la vida política ecuatoriana, él asevera que esa idea siempre estuvo en sus planes. “En 2002 establecí que mi norte era prepararme y no olvidarme de mi país”, detalla. Primero llegó a Estados Unidos para iniciar sus estudios universitarios, después ingresó a un programa académico de Economía en Londres, donde se graduó, trabajó, formó sus empresas y su familia.
Precisamente allí, en la capital de Reino Unido, fue donde Tillería tuvo su crecimiento profesional. Cuenta que trabajó en los bancos del distrito financiero, uno más importantes del mundo. Posteriormente, se dedico a los bienes raíces, donde estableció 14 empresas. “Mi proyecto no es para ser presidente, sino para que Ecuador sea el país más rico de Latinoamérica”, menciona.
El plan de gobierno de Tillería considera dos ejes fundamentales para su proyecto: la política y la economía. Por su experiencia como banquero, el candidato explica que analizó las fortalezas de riquezas de Ecuador. “Acá tenemos el doble de reservas de petróleo que Dubái, pero ellos son 12 veces más ricos que nosotros. Tenemos la capacidad de generar 13 veces más energía que ellos, pero hace poco tuvimos apagones”, describe.
Por lo tanto, una de sus principales propuestas recae en la reestructuración de la estatal Petroecuador. Tillería plantea dividir la empresa en paquetes accionarios. Un cuarto del paquete accionario se distribuirá en 18 millones de acciones. Es decir, cada ecuatoriano tendría una acción de Petroecuador. “En 50 años, la gente no ha tocado nada del petróleo, ahora con su acción, cada ciudadano puede retirar los dividendos que genere Petroecuador”, adiciona. Aparte, siguiere que el otro cuarto del paquete accionario sea administrado por una multinacional.
No obstante, por ley, las empresas públicas no pueden ser vendidas. La Constitución establece que, al formar parte de los sectores estratégicos, estas no pueden ser comercializadas ni concesionadas. Por tal razón, Tillería establece una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna. “Es nuestra principal reforma política. Con esta nueva constitución se reduce el poder de los políticos”, aspira.
Luis Felipe Tillería se muestra muy frontal y crítico a la política ecuatoriana. Los califica como "oligarquía", “dedocracia”, el “pacto mercantilista”, que solo las “grandes familias” administran diversas esferas del poder económico, y que él no le debe nada a nadie. Incluso, su slogan de campaña es que se necesita un “reseteo” al sistema, tanto político como económico. Pero Tillería ya formó parte de la historia electoral ecuatoriana.
Antes participó como candidato a Asambleísta por el Exterior de la mano del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), liderado por la familia Bucaram. De hecho, toma el caso del expresidente como un ejemplo de porqué no cree en las encuestas que hoy lo ubican en los últimos lugares. “Celebro esas encuestas porque cumplen con la tradición de que esos candidatos ganan las elecciones. En 1996, Abdalá (Bucaram) estaba último y al final ganó la presidencia. Lo mismo ocurrió en 2003 con Lucio (Gutiérrez), en 2006 con (Rafael) Correa. El presidente actual (Daniel Noboa), en las encuestas estaba sexto entre ocho”, rememora.
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Ahora, puntualiza que su candidatura con Avanza surgió de un “verdadero” proceso de elecciones primarias. “Avanza es el único partido que no tiene dueño, hicimos unas primarias y el 94 por ciento de los afiliados eligieron al binomio Tillería-Karla Rosero. En otros partidos, el dueño salía levantando la mano del que iba a ser electo en dos semanas”, critica en referencia a otros movimientos.
Dice que desde hace dos años revisaron el perfil de Rosero y que fue una de las nueve candidatas que tuvo para componer su binomio. Encajó, según Tillería, por la experiencia de Rosero en materia de seguridad y aseguró que ella será la encargada del plan “Artillería contra la delincuencia”.
La seguridad es otra de las aristas clave del plan de Tillería. Su propuesta de una nueva Constitución también consiste en el cambio de funciones de las Fuerzas Armadas. Su plan es convertirla en una Gendarmería, como en Italia. “En guerra, estos elementos son militares y en la paz funcionan como policía militarizada”, detalla.
También pretende eliminar al SNAI y promueve que los privados de libertad trabajen “como los chinos” para pagar su comida y otro monto en una cuenta de ahorro para cuando cumpla su condena. “Así ya no le cuesta al Estado, incluso se puede vender esa fuerza laboral”, sostiene.
Asimismo, Tillería indicó que se retomará el servicio premilitar y militar. Y que la Policía Nacional debe ser limpiada por la penetración del crimen organizado en Ecuador. De hecho, el candidato ya experimenta la forma de hacer política en Ecuador, distinta de la que tuvo en Londres, donde todavía es concejal de uno de los 25 barrios de la ciudad. “He realizado entrenamiento por ataques o evacuación, que en Londres nunca los hubiera ni necesitado”, revela.