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Mariana Bermúdez

¿Quién te dijo que el amor es fácil?

martes, 20 febrero 2024 - 13:08
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Recomendaciones infalibles para cultivar relaciones sentimentales sanas y duraderas.

Febrero, mes del amor y con ello un bombardeo social y comercial que presiona a las personas a la condición de tener pareja (a como venga) para estar y para mostrar, hoy por hoy, en redes sociales.

Esta presión genera una alta incomodidad, ansiedad y frustración en muchos solteros quienes en este mes suelen ser más cuestionados y lo más delicado de todo, autocuestionados con el pensamiento de que estar soltero es estar solo y esto puntualmente no es cierto, estar soltero no significa estar solo, y tampoco significa:

- Que debas sentirte fracasado en el amor.

- Que nadie quiera estar contigo.

- Que no eres suficiente para alguien en el amor.

- O que algo “malo” necesariamente esté pasando contigo.

Si no tienes pareja es porque hay una parte de ti que no quiere (aunque digas lo contrario). Descubrir qué raíz de dolor o de miedo hay detrás de eso, te ayudará a sanar y a estar abierto realmente al amor, a ese buen amor que sí es posible vivir como esa experiencia de vida gratificante.

Pero como todo lo importante de la vida no se consigue mágicamente o de manera fácil, no es cuestión de chasquear los dedos ni asunto de suerte para lograrlo. El buen amor existe, las parejas felices son reales y el matrimonio puede llegar a ser una maravillosa experiencia de vida, tanto que no se la quiera cambiar por la soltería -muy lejos de por los “deberías” o por guardar apariencias- sino por la franca elección en consciencia plena de vivir en ese proyecto de vida en compañía del llamado matrimonio.

Pero en este tiempo de hiperestimulación, en el que cada vez la inmediatez para conseguir el objetivo disminuye el nivel de tolerancia a la frustración, a la espera, a las etapas, a la construcción de vínculos, hace que vayamos por la vida esperando que el amor también sea fácil. Y no. El amor no es fácil. No porque sea difícil o tortuoso, sino que debemos saber que el amor saludable, ese que nos hace bien, requiere de compromiso, decisión y cultivación de ciertos hábitos o prácticas que establecen un estilo de vida en satisfacción sentimental.

Existen estudios que determinan cuáles son estos hábitos que, si los implantamos como un estilo de vida, facilitarán una relación amorosa sana y estable:

1. Aprender a ser más amables con la pareja.

2. Aprender a aceptar al otro, sin entrar en la exigencia de cambiarlo.

3. Renunciar a la lucha de poder o de quien tiene la razón. 4. Actualizar constantemente el compromiso.

5. Aprender el arte de no ofenderse.

6. Escuchar a tu pareja para entenderlo y no para responderle.

7. Conversar al menos 15 minutos al día observándose mientras hablan de cómo se sienten.

8. Agradecerse constantemente el esfuerzo que ambos entregan en la relación.

9. Abrazarse y darse un beso al despertar y antes de dormir.

10. Aprender que el amor no es un sentimiento, sino una decisión y que en el amor no es lo que se dice, es lo que se hace.

Hábitos o ejercicios que no son de menor esfuerzo, pero que, al proponerse mantenerlos de forma diaria, se convierten en un estilo de vida que mejora significativamente la relación de pareja, pero también nuestra salud mental y física. Ya que las relaciones o nos nutren o nos intoxican y de la calidad de ellas dependerá cómo podamos acrecentar o disminuir nuestro bienestar.

Finalmente, ¿eres de los que crees que el amor no es para ti o lo percibes como esa asignatura difícil por alcanzar? Déjame decirte que esa es una creencia errónea, pero sobre todo limitante que te hace crear esa misma realidad de forma inconsciente. Recuerda que lo que creemos en temas de amor proviene de una programación que determina el tipo de pareja que elegimos y la calidad de vínculos que generemos.

Cuando reconocemos esa programación inconsciente y la trabajamos interiormente, entendemos que el problema no son las parejas que “encontramos o que nos llegan”. Sino las que atraemos y elegimos y que tienen la misión de sanar esos traumas o herencias emocionales que son la antesala para nuestro trascender emocional.

Entonces, ¿quién te dijo que el amor es fácil? El que te lo dijo no fue sincero en complementar que no es fácil porque la pareja es un espejo que nos muestra lo que no alcanzamos a mirar de nosotros. Como una relación nos muestra nuestras debilidades –como reaccionamos cuando se nos terminan los recursos emocionales que tenemos- entonces sentimos entrar en batalla, la misma que termina siendo infructuosa.

Y no es fácil porque nos invita a trabajar en una nueva y mejor versión de sí mismo, y es que cuando “YO” me convierto en una buena pareja, fácilmente acercaré a esa buena pareja con la que pueda disfrutar la maravillosa y educadora experiencia del amor.

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