A pesar de que el proyecto de Ley Creando Oportunidades fue devuelto por el Consejo de Administración Legislativa (CAL), la propuesta gubernamental nos permite reflexionar sobre su coherencia versus otras estrategias planteadas como, por ejemplo, la figura de la transición ecológica; concepto que ha sido usado como uno de los ejes discursivos por parte de Carondelet, bajo la guía del recientemente rebautizado Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica. ¿Es posible que la estrategia ambiental sea un eje transversal en el plan del presidente Guillermo Lasso?
A principios del mes de Junio de este año, el Ministro Gustavo Manrique, anunció al país la decisión del gobierno de cambiar el nombre de su cartera de Estado a Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. Este último término ha ocasionado varias expectativas a nivel nacional sobre lo que realmente representa. Según el Observatorio Europeo para la Transición, la transición ecológica se refiere, en resumidas cuentas, a tres ejes fundamentales: La transición energética (preferencia por energías renovables y eficiencia), la transición industrial (adopción de la economía circular) y la transición agroalimentaria, la cual basa su modelo de cambio en la policultura (diferentes cultivos en una misma superficie) y productos orgánicos.
Haciendo comparaciones entre los tres ejes del concepto de la transición ecológica, versus la propuesta devuelta por el CAL, encontraremos que tres de las áreas de las reformas (Minería, Hidrocarburos y Energía Eléctrica), topan temas que mantendrían relación con el modelo de transición energética. Bajo este análisis, tendríamos que, en una cara de la moneda se encontraría la persistencia del Ejecutivo (al igual que de varios mandatos del pasado), en aumentar la explotación de recursos naturales, en lugar de plantear iniciativas que permitan la disminución gradual de nuestra dependencia con estos sectores. En la otra cara, en cambio, se encontrarían varias reformas que buscarían promover a las energías renovables en el país. En síntesis, resultados mixtos entre estas materias.
Por otra parte, dentro del marco de la transición industrial, podemos encontrar una propuesta bastante innovadora, dentro del artículo 121 de las Reformas a la Ley de Régimen Tributario Interno: El potencial de que el país cuente con mecanismos de incentivos en materia tributaria, que permitan fomentar el aporte financiero a proyectos de reparación y conservación ambiental. Este tipo de iniciativa podría habilitar el inicio de un proceso de cambio hacia la economía circular, la cual no solamente es necesaria para la protección ambiental, sino también que cada vez se convierte en una necesidad para las empresas del Ecuador que busquen ser competitivas en la arena internacional. Por último, con respecto a la transición agroalimentaria, el proyecto no tiene mayores alusiones.
En conclusión: el proyecto Creando Oportunidades y la Transición Ecológica, siendo ambas iniciativas gubernamentales, presentan ciertas compatibilidades en unas áreas, como en el caso de la transición industrial y la generación eléctrica, mientras que, en otras, proponen posturas contradictorias, como es el caso de la explotación de productos primarios de los sectores mineros y de hidrocarburos, versus la transición energética.
Hasta la fecha de escritura de este artículo, no se conoce la postura y los siguientes pasos del Gobierno, seis días después de recibir de vuelta su propuesta económica. A pesar del revés inicial en el ámbito político, esta coyuntura podría volverse una oportunidad para el Ejecutivo que le permitiría mejorar su propuesta, logrando mayor compatibilidad, por ejemplo, en temas como sus propuestas económicas y las de transición ecológica. Además, podría ser quizás más beneficioso el dividir el proyecto de Ley, para evitar que temas como el ambiental (de gran apoyo ciudadano), terminen siendo invisibilizados en el debate público por otras áreas de mayor controversia, como las cuestiones laborales.