En toda democracia, la política exterior la dicta el Presidente de turno, sin más, y por eso es tan difícil tener funcionarios probos de carrera que puedan sortear con inteligencia, pero sobretodo con probidad y profesionalismo, los cambios de visión ideológica que imponga la política exterior de parte de un ejecutivo de turno. Con esa misma lógica se deben concebir a las cuotas de funcionarios políticos, que deben además de ser personas probas y afines a la visión de ese gobierno, ser por sobretodo destacados profesionales para que puedan efectivamente sumar a la visión de estado y a la promoción del país en el exterior.
La cancillería ecuatoriana se encuentra en un momento de transición importante y el neutro comunicado emitido sobre la dictadura cubana es fiel prueba de aquello, una muestra de que existen demasiados funcionarios impuestos en la época del correato que aún pregonan en contubernio para que regrese el socialismo del siglo XXI al país, trastocando así los esfuerzos que existen por posicionar una verdadera razón de Estado.
Yacía la Segunda Guerra Mundial cuando el mítico político británico Winston Churchill planteó una visión enmarcada en un principio que hasta ahora prevalece en la academia: “los Estados no tienen amigos, tienen intereses” y estos solo se los puede determinar a través de la razón de Estado.
De esta forma se facilita la toma de decisiones y más aún en las que se espera sean acordes a los principios fundacionales de una nación. Los derechos y las libertades no se negocian, las dictaduras son de derechas y también de izquierdas, si la razón de estado así lo dictare por pragmatismo se puede tener relaciones comerciales con ellas, pero jamás a costa de omitir o invisibilizar sus violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos.
Sin titubeos Sr. Canciller, tiene usted un reto mayor en reinstitucionalizar al servicio exterior para que lleguen y se queden los mejores funcionarios de carrera (y pregonar además para establecer una vara alta para quienes ingresen como cuota política).
Celebro el que el Presidente lo haya dejado así de claro en el caso cubano, para que usted pueda actuar con mayor celeridad en la reorganización interna, los ciudadanos requerimos de certezas al momento de comunicar un mensaje. En ese país hay una dictadura, un régimen sanguinario enquistado en el poder desde hace más de 6 décadas, que persigue y oprime a cualquier voz disidente y que no abandonará el poder por la vía democrática.
Si rescato y comparto finalmente que luego de tantas décadas se aborde de forma seria y desapasiona el espinoso tema del levantamiento del embargo comercial, en Naciones Unidas la última votación fue de 184 países a favor y solo 2 en contra (Israel y USA). Obama con su política de acercamiento a la Isla logró posicionar al internet y las redes sociales, pieza fundamental para este actual despertar en la isla. Este embargo (mal llamado bloqueo) es el único argumento que ha tenido el régimen desde siempre para justificar su inoperancia.
Es hora que más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador refiera también al hecho de posicionar a la responsabilidad internacional que debemos tener si queremos ser vistos como un país serio, democrático y relevante, si queremos verdaderamente influir en el apoyo al mantenimiento de la paz, la estabilidad y la democracia en nuestra región.