Las FARC anuncian el retorno a las armas, Maduro envía tropas a la frontera con Colombia y reparte miles de armas a sus “milicias”. Todo casi simultáneamente. Al día siguiente la OEA aprueba una resolución para autorizar la invasión militar de Venezuela, apoyándose en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR.
¿Es la proyección del “Vietnam americano” con el que tanto soñó el Che Guevara? ¿O la realización de la proclama chavista que ya hablaba del “ejército bolivariano” integrando al ejército venezolano y la guerrilla colombiana? En cuanto a Ecuador, recordemos que una ministra de Defensa llegó a decir que las Fuerzas Armadas Ecuatorianas debían abrazar la ideología revolucionaria, “como lo hicieron las venezolanas”.
El gobierno de Correa ya había tomado decisiones importantes: retirar a los americanos de la Base de Manta, abrir la frontera con Colombia para el libre e indiscriminado ingreso de colombianos, reformar la ley para incrementar el consumo de drogas y fomentar el micro-tráfico, facultar el voto a extranjeros y otras complementarias. Tuvo un ministro que visitaba a Raúl Reyes en Angostura, como lo narraba el propio Reyes en los documentos de su computadora.
Todo esto bajo el gran paraguas del narcotráfico. Sumemos el ingreso indiscriminado de venezolanos –con facultad de votar– y todo parece conjugarse. ¿Está consciente el gobierno de Lenín Moreno de este gran peligro…? ¿Por qué no ha desmontado el aparato legal que ampara estas acciones? ¿Por qué la llamada oposición no habla de este peligro…? Somos el país de los sordos, ciegos y mudos.