<img src="https://certify.alexametrics.com/atrk.gif?account=fxUuj1aEsk00aa" style="display:none" height="1" width="1" alt="">
Alberto Acosta-Burneo

Juego de suma positiva

lunes, 14 junio 2021 - 15:20
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

    ¿Cuál es la sociedad ideal? ¿Es la nuestra una sociedad ideal? Analicémoslo y pensemos en soluciones. La sociedad ideal es una asociación para cooperar en la que todos sus miembros salen beneficiados. Pero para lograr este escenario virtuoso, el entorno debe permitir esas interacciones mutuamente beneficiosas.

    El punto de partida es reconocer dos características fundamentales para la economía: 1. Que vivimos en un mundo de recursos escasos y 2. Que los individuos tienen como prioridad satisfacer las necesidades propias y las de su familia (la generosidad es limitada). El secreto para una sociedad próspera es transformar estas dos características en el motor del bienestar.

    Esto se logra a través de la institución de la propiedad. Al tomar el control sobre recursos escasos, sumado a nuestro interés propio, impulsamos la producción de bienes que puedan ser comprados por el resto. El premio es la prosperidad.

    Expliquemos con un ejemplo. Jamestown fue el primer asentamiento inglés en el actual territorio de EE.UU. fundado en 1607. Auspiciado por la Compañía Virginia, se constituyó bajo una norma que otorgaba a cada colono la misma proporción de la producción total independientemente del trabajo realizado. El resultado fue catastrófico. La población moría de hambre y prefería cazar animales menores por las noches a cultivar las tierras. La institución comunal transformó el juego en una suma negativa (todos perdían con el arreglo). De los primeros 104 colonos, dos tercios murieron de hambre y enfermedad; otro intento de repoblamiento fue infructuoso y los pobladores volvieron a caer de 500 a 60 personas. En 1614, este experimento fallido fue abandonado cuando el gobernador asignó tierra a cada ciudadano. Entonces la productividad subió siete veces y el asentamiento prosperó.

    Nuestro desafío es construir instituciones sociales capaces de crear esos juegos de suma positiva, en donde todos salimos ganando. La clave está en impulsar una sociedad basada en la relación voluntaria entre sus ciudadanos, en donde las personas en la búsqueda de su beneficio propio sirvan mejor al resto y nos lleven a la prosperidad. ¡Menos coerción y más libertad!

    Más leídas
     
    Lo más reciente