Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Science revela que las mujeres, particularmente en edad fértil, poseen una mayor tolerancia al dolor crónico en comparación con los hombres. ¿La razón? Su propia biología.
Investigadores de la Universidad de California descubrieron que las hormonas femeninas, como el estrógeno y la progesterona, no solo cumplen funciones reproductivas: también son aliadas silenciosas en la lucha contra el dolor. Estas hormonas activan la producción de analgésicos naturales que bloquean las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro.
Este hallazgo abre un nuevo capítulo en el estudio del dolor crónico, una condición que afecta a casi el 20% de la población mundial y que, según los expertos, sigue siendo maltratada o, peor aún, ignorada.
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“Si ese enfoque tiene éxito, podría realmente cambiar la vida de casi el 20% de personas que experimentan dolor crónico que no recibe el tratamiento adecuado”, aseguró el científico Allan Basbaum, parte del equipo de investigación.
Sin embargo, no todo es buena noticia. Este “superpoder” natural disminuye después de la menopausia, cuando los niveles hormonales caen y, con ellos, esa protección biológica.
El estudio no solo resalta las diferencias entre los cuerpos femeninos y masculinos, sino que también sugiere un nuevo camino hacia terapias personalizadas que podrían transformar la vida de millones de personas, y de paso, terminar con más de un mito sobre quién realmente “aguanta más”.
Parece que, una vez más, la ciencia confirma lo que muchas mujeres ya sabían por experiencia propia.