Sostenibilidad

Por primer vez dos hembras de cóndor se reprodujeron sin ayuda de un macho

Este hecho es inusual, puesto que las madres de los polluelos viven en cautiverio con otros machos y se habían reproducido de forma sexual en otras ocasiones.

miércoles, 24 noviembre 2021 - 18:48
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El cóndor de California es una especie que lleva años en peligro de extinción. Un grupo de científicos del Zoológico de San Diego ha estado realizando estudios genéticos para identificar a los progenitores de cada polluelo. Así descubrieron que dos de ellos no estaban emparentados con ninguno de los machos.

A los investigadores les sorprendió encontrar evidencia de que cada una de las crías pertenecía solamente a una hembra, es decir, habían sido producidos por partenogénesis, una manera de reproducción asexual.

Este hecho es inusual, puesto que las madres de los polluelos viven en cautiverio con otros machos y se habían reproducido de forma sexual en otras ocasiones.

El hallazgo fue publicado en el Journal of Heredity, un medio dedicado los estudios de la genética, por ser el primer caso de partenogénesis en cóndores, además de ser el primero de cualquier especie de aves en el que ocurrió con las hembras en presencia de machos.

La directora del laboratorio genético del zoológico y coautora del estudio, Cynthia Steiner, explica que la partenogénesis es una “reproducción asexual en la cual las hembras pueden producir polluelos sin la contribución de un macho. Los huevos no son fertilizados por los espermatozoides. Hay una duplicación del material genético de la hembra y es la que va a contribuir a producir el polluelo”.

Existen dos tipos de partenogénesis, obligada y facultativa. En muchas especies de lagartijas, por ejemplo, se da la obligada al desarrollarse en un entorno donde no existe influencia masculina.

En el caso de los cóndores de California fue facultativa, ya que por lo general su reproducción es sexual. Hasta ahora los científicos desconocen el motivo de esta procreación asexual.

De acuerdo con Jesús Gómez-Zurita, exinvestigador del Instituto de Biología Evolutiva lo sucedido es un “un error biológico que no debe pasar”, porque la genética de la especie tiene "mecanismos" para que esto no se dé.

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