La madrugada del pasado 1 de enero, el Municipio de Santa Cruz organizó un espectáculo de fuegos pirotécnicos en la bahía de Puerto Ayora. Pese a que el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) tomó medidas al respecto, entre esas remover al director del Parque Nacional Galápagos, iniciar una investigación para determinar el impacto y proponer la prohibición definitiva de pirotecnia sonora e insonora, no es un problema nuevo en el Archipiélago.
Walter Bustos, director del Parque Nacional Galápagos (PNG) del 2015 al 2018, detalló a Vistazo cómo la pirotecnia ha afectado a la flora y fauna de la zona en anteriores ocasiones.
P: ¿Cuándo fue director del PNG, se enfrentó a incidentes relacionados con pirotecnia?
R: La primera alerta la tuvimos en 2016, en las festividades de cierre de año en San Cristóbal. Hubo un evento masivo muy cerca de la lobería de Galápagos y este es uno de los lugares con más alta concentración de lobos marinos del Pacífico Sur. En aquella ocasión, como producto de la pirotecnia, los lobos salieron en estampida. Y una estampida de lobos significa la muerte de esta especie de recién nacidos, el abandono de neonatos y el susto de sus madres. Este incidente no se lo había previsto porque nunca había sucedido antes.
P: ¿Qué hicieron después de que sucedió este problema?
R: Iniciamos los procedimientos que pensamos que eran los correctos. Nos dimos cuenta que nos faltaba normativa y que estaban, hasta ahora, pensadas desde una visión continental, no para un área protegida como Galápagos. Por ejemplo, se habla sobre los decibeles del ruido, pero incluso eso está determinado de acuerdo al nivel del sentido del oído humano. Entonces, iniciamos un estudio para identificar los impactos de la pirotecnia en la fauna a raíz de esa estampida de lobos y encontramos como un impacto directo que los lobos marinos bebés se perdían.
A través de este estudio, propusimos que se haga una normativa en la provincia de Galápagos en la que se prohíba definitivamente la pirotecnia. Si hay un lugar en Ecuador donde no debería existir fuegos pirotécnicos es en Galápagos precisamente.
P: ¿Por qué en un área protegida como Galápagos no debería permitirse la pirotecnia?
R: Primero porque los espacios urbanos colindan básicamente con el inicio de la Reserva Marina por un lado y con el Parque Nacional por otro lado. Es decir que no hay forma de evitar que el ruido o luminosidad que se genere no afecten a las especies que habitan ahí.
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P: ¿Hubo algún otro incidente?
R: El segundo momento fue en las fiestas de la Isla Isabela, donde la misma municipalidad organizó un evento con fuegos pirotécnicos y tuvimos una alerta de afectación de aves.
Todo esto lo presentamos al Consejo de Gobierno de Galápagos, que es el encargado de hacer respetar los principios de conservación de las Islas. Aunque yo ya no estaba como director, finalmente salió la resolución que se buscaba para prohibir la pirotecnia.
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Desde hace 6 años, la Resolución Nro. 038-CGREG-28-XII-2018 prohibió el ingreso, comercio, distribución y uso de fuegos artificiales o pirotécnicos en las Islas Galápagos. El objetivo de esta decisión era prevenir accidentes al manipular pirotecnia y evitar el daño al ambiente y a las especies del archipiélago.