Señales de alerta sobre el autismo y la necesidad de crear conciencia sobre este trastorno
El Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo es una buena oportunidad para conocer más sobre los Trastornos del Espectro Autista, TEA: ¿Cómo detectarlo a tiempo y cómo puede la sociedad contribuir al bienestar y desarrollo de las personas dentro del espectro?
Los problemas de comunicación e interacción con otros son una de las características de las personas con TEA, al igual que las conductas repetitivas y la intensidad con que se sumergen en ciertos intereses específicos.
La psicóloga clínica Laura Noroña Vinueza tiene más de tres décadas de experiencia guiando a niños y adolescentes TEA, muchos de los cuales han logrado incorporarse en la sociedad cumpliendo hitos como graduarse de bachilleres en colegios convencionales.
La psicóloga considera que la clave para alcanzar los resultados que ha logrado es la detección temprana. “Mientras más pronto mejor”, señala y menciona que hay ciertas características que pueden alertar a los padres sobre este tema.
El Centro de para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, CDC, señala algunos de ellos relacionados con la comunicación y la interacción social, que se puede detectar en niños pequeños:
Evitar mirar a los ojos a otra persona o no mantener el contacto visual. No responder cuando lo llaman por su nombre hacia los nueve meses de edad. No mostrar expresiones faciales de felicidad, tristeza, enojo o sorpresa hacia los nueve meses de edad. No participar en juegos interactivos simples como dar palmaditas con las manos hacia los 12 meses de edad. Usar pocos o ningún gesto hacia los 12 meses de edad, como no decir adiós con la mano. No compartir intereses con otras personas hacia los 15 meses de edad. No notar a otros niños ni jugar con ellos hacia los 36 meses de edad.
En cuanto a las conductas e intereses restrictivos o repetitivos, la CDC menciona los siguientes:
Poner juguetes u otros objetos en fila y molestarse cuando se cambia el orden. Repetir palabras o frases una y otra vez. Jugar con juguetes de la misma manera todo el tiempo. Irritarse con cambios mínimos. Tener intereses obsesivos. Tener que seguir ciertas rutinas. Aletear las manos, mecer el cuerpo o girar en círculos.
Estos son sólo algunas de las características que pueden mostrar los niños con TEA, pero cada caso es diferente. Lo importante es que ante cualquier señal, los padres consulten con un profesional lo más pronto.
Como sociedad tenemos la responsabilidad de informarnos y no solo aprender a respetar las diferencias con quienes viven dentro del Trastorno del Espectro Autista, sino también descubrir todo lo que podemos aprender de ellos en muchos aspectos.
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