Irlanda, Francia, Alemania e Italia son de los países que han endurecido sus medidas de prevención del covid-19 para los viajeros que llegan desde Gran Bretaña. La razón es que aquella es una de las naciones más afectadas por la variante delta del coronavirus, según un reporte de The Economist.
La variante Delta fue descubierta por primera vez en India, a finales del 2020. Desde ahí, ha dejado más de un millón de muertes en la nación asiática y se ha expandido 70 países, entre los que se encuentra Inglaterra. El primer ministro, Boris Johnson, tardó en ordenar el cierre de las fronteras, lo que contribuyó a que el virus se expanda en el territorio con mayor rapidez.
A causa de ello, hoy Gran Bretaña presenta un alza de casos de covid-19, hospitalizaciones e ingresos a cuidados intensivos.
EL PELIRGO DE LA VARIANTE DELTA
The Economist reseñó que al igual que sucedió con la variante alfa (descubierta en Gran Bretaña), el problema con la delta es su alta tasa de transmisibilidad. En Inglaterra, esta cepa ya representa el 90% de los casos registrados y los expertos de la Public Health England (PHE), indicaron que puede propagarse 2,5 veces más rápido que el SARS-CoV-2 original descubierto en Wuhan.
Esto es un cambio significativo en la estructura del coronavirus, pues la variante alfa, que durante mucho tiempo fue la más expandida, era solo 1,5 veces más transmisible que el covid original.
“De hecho, la delta es probablemente más contagiosa que cualquier otra variante, incluida la gamma (P.1), que se descubrió por primera vez y aún se propaga en Brasil; beta (B.1.351), que prevalece en Sudáfrica; y épsilon (B.1.427-9), descubierta por primera vez en Estados Unidos”, señaló el medio.
La variante delta no solo es más transmisible, sino que conlleva un mayor riesgo de hospitalización y es más mortal. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos creen que la variante antes mencionada tiene una mayor capacidad para eludir los anticuerpos, independientemente de si estos fueron generados por una infección pasada o por la vacuna.
Asimismo, el riesgo de hospitalización por la variante delta aumenta entre un 32% y un 289% en comparación con alfa. Mientras tanto, los científicos creen que la efectividad de las vacunas contra esta cepa es alarmante. Versus la alfa, delta redujo la protección contra la infección sintomática del 50% al 33% después de una dosis de Pfizer-BioNTech o AstraZeneca, pero solo del 88% al 80% después de la segunda.
Otro ejemplo de lo peligroso de esta variante es que para agosto del 2020, Afganistán registró que un tercio de la población ya tenía anticuerpos covid producto de la infección. Actualmente los hospitales de ese país están saturados por pacientes enfermos a causa de la variante delta, lo que apremia a vacunar a más personas con mayor velocidad.
“Sin una vacunación generalizada, solo podría ser cuestión de tiempo antes de que se desarrolle una mutación más resistente a la vacunación”, reseñó The Economist.
Hasta hoy se han registrado más de 177 millones de casos de covid-19 en el mundo y más de 3 millones de muertes, según la Universidad Johns Hopkins. Los focos de contagio siguen siendo India, Brasil y Estados Unidos.