Las mascarillas se han convertido en un objeto esencial para protegernos de los contagios por coronavirus y se han hecho de uso obligatorio en espacios públicos en muchos países.
Se ha debatido mucho que mascarillas son más efectivas, desde las quirúrgicas hasta las de tela y reusables, que deben estar perfectamente secas antes de usarlas o guardarlas.
Estas últimas se encuentran en el punto de mira, ya que dependiendo del material con el que estén hechas o los filtros que lleven incorporados, son más o menos efectivas a la hora de filtrar el aire y prevenir los contagios.
Algunos países europeos, como es el caso de Austria, han establecido el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 en las los comercios y en el transporte público, así como en instalaciones donde se proporcionen servicios, como talleres mecánicos, y edificios de propiedad estatal, informa Europa Press.
Otros países, como Alemania o Francia, han prohibido el uso de mascarillas de tela sin homologación para acceder a los servicios administrativos o al transporte público.
El motivo que ha propiciado estas nuevas medidas en torno a las mascarillas de tela es que este tipo, en ocasiones, no se ajusta del todo bien a la cara y, además, su porcentaje de filtración es menor que el de las mascarillas homologadas. Así lo explicaba el ministro de salud galo, Olivier Véran, el pasado jueves en el canal de televisión TF1.
En este país se recomienda solamente utilizar las mascarillas con capacidad de filtración superior al 90%, donde entran las FFP2 o la KN95.
Mientras, en España se siguen permitiendo las mascarillas de tela, incluso las caseras, en todos los espacios públicos, aunque ya desde el pasado mes de octubre, en algunos puntos del país se desaconsejaba utilizar las mascarillas de tela en centros hospitalarios. La red sanitaria pública de Guipúzcoa fue la primera en prohibir la entrada a sus instalaciones con este tipo de mascarillas.
La Organización Mundial de la Salud, indicaba que las mascarillas de tela siguen siendo efectivas a la hora de frenar los contagios de Covid-19. Incluso ahora que se han empezado a desarrollar diferentes variantes del coronarivus, el modo de transmisión sigue siendo el mismo y, por tanto, las mascarillas de tela siguen siendo útiles.
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