El SQF es una enfermedad que puede afectar a uno o más órganos del cuerpo, además es peligrosa, ya que puede ser fácilmente confundida y ser mal diagnosticada como otras causas de hipertrigilceridemia.
Un diagnóstico temprano hace la diferencia y puede mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de un cuidado oportuno, existen tres síntomas claves que nos deben alertar.
1. Triglicéridos muy elevados: Si al realizar exámenes de triglicéridos en el laboratorio, médico evidencia un nivel por encima de >885mg/dL, habrá sospecha de SQF. Los niveles de triglicéridos son usualmente 10 a 100 veces más altos de lo normal y pueden alcanzar hasta los 15.000 mg/dL o más.
2. Triglicéridos refractarios al tratamiento: Si los medicamentos indicados para controlar los triglicéridos no hacen su efecto, también tendrá una sospecha para dictaminar la enfermedad.
3. Historia clínica: Si la historia clínica del paciente cuenta con episodios de pancreatitis aguda y ausencia de problemas como el alcoholismo, diabetes no controlada o medicamentos que puedan estar alterando los triglicéridos.
Ecuador no posee un registro oficial de los pacientes con esta enfermedad, sin embargo, ya se han identificado casos de personas que la padecen. “La SQF es lo que consideramos una enfermedad huérfana, por la poca y baja prevalencia que tiene. Es un tipo de enfermedad que se estima puede aparecer entre una y dos por cada millón de personas”, apunta el Dr. Fernando Naranjo, especialista en Medicina Interna del Centro de Investigación Clínica MEDIARS.
Según el Doctor Naranjo, a día de hoy los pacientes en Ecuador cuentan con opciones para tratar y controlar el SQF mediante el uso de fármacos, aunque éstos son de difícil acceso en el país. Razón por la cual, es muy importante una detección temprana y acudir a especialistas ante cualquier sospecha.